Terrible bloqueo

El presidente saliente afirmó que pretendía gobernar hasta el último día del mandato, que vence el próximo 30 de junio. De hacerlo con propósito noble, sería plausible, pero de lo contrario, estaría violando el juramento sagrado que hizo ante el altar de la patria, y tendríamos que demandárselo. Ayer, un grupejo de obreros que trabajan en las obras de ampliación de la terminal del aeropuerto de Tocumen decidió cerrar los accesos a la terminal de pasajeros, en una protesta absurda e irracional. Reclaman el pago de los días que estuvieron en huelga. No tienen derecho a dicho pago, ya que por decisión propia, aprobaron ir a la huelga. Para suplir esos días, el Sindicato al que pertenecen tiene establecido un fondo de huelga, que les cubre la movilización y la alimentación. La Fuerza Pública ha debido actuar de inmediato para restablecer el acceso al Aeropuerto Internacional de Tocumen. La dilación en presentarse a intentar disuadir a los que protestaban no solo causó graves perjuicios a cientos de viajeros, sino que ofreció una imagen y la consecuente sensación de abandono de las responsabilidades inherentes al actual Gobierno. El bloqueo de los obreros afiliados al Suntracs fue terrible, pero igual lo fue la falta de atención oportuna de nuestras autoridades.