Morosidad y mal servicio

Las recientes declaraciones del nuevo director de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD) sobre un incremento de diez millones de balboas en la morosidad de los habitantes de la ciudad capital con dicha entidad, en un año, agrega un caso más de desgreño administrativo del que nadie da cuentas. Para el 2013, la deuda alcanzaba los 53 millones y en lo que va del 2014, ha llegado a 63. ¿Cómo brindar un buen servicio, si no se reciben ingresos para costearlo? ¿Cómo cumplir con el pago de un servicio ineficiente? ¿La negligencia en el cobro fue parte de la fiesta electoral en que entró el gobierno anterior? Son interrogantes que se formulan y sobre las cuales hay que iniciar un gran debate, antes de que se defina la suerte final de una entidad —del gobierno central o municipal—. Una ciudad que tiene el turismo como uno de sus principales motores, no se puede dar el lujo de que la basura no se recoja puntal y eficientemente. Además, informes de organismos internacionales dan cuenta de que la administración de los desechos de una ciudad como Panamá se puede convertir en un negocio muy rentable para beneficio de los ciudadanos. Es hora de conocer la verdad sobre la AAUD y de empezar a hablar de su futuro como una metrópolis del primer mundo al que queremos ingresar.