Acuerdo de Gobernabilidad

Los partidos políticos —Panameñista y PRD— fraguaron el acuerdo legislativo escasos días antes de la toma de posesión presidencial. Como si se empeñaran en subrayar que, más que abordar los grandes e importantes temas nacionales, todo se circunscribía a quién sería presidente de la Asamblea Nacional y cómo se repartían el resto de los puestos. Ahora la fórmula que dieron en llamar eufemísticamente ‘Acuerdo de Gobernabilidad’ se revela insuficiente para atender las graves responsabilidades que tienen por delante. Los cargos se repartieron, pero las soluciones sorprendentes, creativas y positivas a los temas complejos, que el país espera, no llegan. La escogencia del contralor general lo dice todo. Antes que favorecer un debate amplio, abierto y transparente, parece que estuvieran esperando al último día de sesiones para definirlo con sobresalto y sorpresa. Ahora, a la elección del contralor, la aprobación o no del procurador general, el debate del Presupuesto General de la Nación y otros, se le suma la inevitable apertura de sesiones judiciales. Todo esto con un Acuerdo que parece hacer aguas o, al menos, esa es la imagen que quieren dar. Estas decisiones exigen sosiego, sensatez y análisis responsable, pero decisiones con el país por delante. ¡Es lo menos que se puede pedir!