• 04/05/2015 02:00

Constituyente

Lo que el país necesita es sentar las bases y fomentar liderazgos sólidos de los hombres y mujeres del 2025

La lentitud del Gobierno, la crisis de los partidos, la corrupción en el Judicial, el nepotismo, el blindaje del Legislativo, la corrupción en el PAN y todos los factores que corroen la democracia y la institucionalidad panameña convergen en la mente de muchos panameños, quienes piensan que la única fórmula para salvarnos es con una Constituyente. Algunos a través de una Constituyente Originaria, otros con una paralela. Lo cierto es que la gran mayoría de los panameños quiere una nueva Constitución. Panamá es un país que ha crecido en los últimos diez años. Se ha transformado. Ya quedan obsoletos los argumentos de que la culpa de nuestros males es del militarismo que empezó con Torrijos y la decadencia con Noriega. Panamá ha demostrado tener a muchos corruptos que, lamentablemente, se están metiendo en los poderes del Estado. Dicho lo anterior, es cierto que necesitamos hacer cambios profundos. Pero al margen de una nueva Constitución que surja de una Constituyente Originaria o Paralela, lo que el país necesita es sentar las bases y fomentar liderazgos sólidos de los hombres y mujeres del 2025. Si este paso requiere de una Constituyente, démoslo. Lo que no se debe es no hacer nada, como está ocurriendo y no solo desde el poder.

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