• 01/09/2015 02:00

La crisis de los políticos

La corrupción es, en definitiva, el mal de Latinoamérica

La falta de liderazgos sólidos y personas con un alto sentido de patria, solvencia moral y honradez, es hoy un hecho incuestionable. Panamá entró en la vorágine de la corrupción, precisamente por esa escasez de líderes que vean más allá de sus bolsillos, que velen por toda la sociedad. Venezuela se hunde con un ‘socialismo' a la Chávez que, en lugar de hacer más ricos a todos los venezolanos, lo que ha logrado es hacer más pobres a todos sus asociados. Culpan a todos de sus males, pero no ven que ellos son parte del problema por el que atraviesa ese país de Bolívar. Guatemala, por otra parte, está harta de la corrupción y ya logró sacudirse de una vicepresidenta corrupta y pide a gritos que su actual presidente deje el poder. Pese a que están a escasos meses de las elecciones, los guatemaltecos no quieren cambiar uno por otro que, a la postre, les salga peor que el Pérez Molina. Los guatemaltecos quieren nuevos líderes, gente honesta que los ayude a crecer, a desarrollarse; líderes que no lleguen al poder a robar... La corrupción es, en definitiva, el mal de Latinoamérica. No hay duda de que aquí padecemos de una crisis política profunda. Desde Panamá hasta México. Desde Panamá hasta La Patagonia. Lo real es que los asociados, que son los afectados hoy, son los que tienen la fórmula para salir de este flagelo que nos carcome. Solo falta voluntad y disposición para sacar adelante esos nuevos liderazgos que hoy necesitamos. ¿Alguien se atreve?

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