• 14/09/2015 02:00

Inversores de campaña

Donar a un candidato es, para muchos, un negocio a largo plazo. Este pensamiento no es sano para el país

Bien lo dijo en una ocasión el colombiano que estableció una empresa piramidal conocida como DMG, David Murcia Guzmán, cuando justificó el dinero que dio a varios candidatos políticos en la campaña para el 2009. Según Murcia Guzmán, él no donó. Él invirtió en sus candidatos y buscaba que el dinero invertido se le devolviera con réditos a través de contratos con el Estado. Justamente es eso. Lamentablemente, en Panamá, los empresarios invierten en las campañas políticas para luego recuperarlo con creces. Decir que donan es un eufemismo. Actualmente, la Comisión Nacional de Reformas Electorales debate el tema de las ‘donaciones' a las campañas políticas y, curiosamente, el asunto se encuentra estancado. De nada sirve que hablemos de democracia si no atacamos de raíz el problema de la corrupción. Ayer, este diario expuso cómo Ricardo Martinelli invirtió en la campaña de 2009 y luego colocó empleados y familiares de confianza en el aparato gubernamental. Los resultados son de todos conocidos. Siguiendo con esa política de inversión en las campañas, hoy le presentamos a los lectores cómo el Grupo Motta invirtió en la campaña de Juan Carlos Varela y qué fichas mantiene en el gobierno. ¿Será que los comisionados de las reformas electorales pondrán un alto a esta tradición perversa de la política panameña?

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