El incierto futuro del carnaval tableño

La verdad es que en Panamá, el carnaval es la celebración ‘más seria' de todas; implica movimiento económico, diversión y un escape, aunque sea por unos días, al estrés cotidiano. >p< Nos llama por ello la atención que en Las Tablas, el afán de querer ser dueños de la fiesta de Momo, reclamada por grupos hoy antagónicos, esté erosionando lo que antes era una base sólida, en una celebración exitosa, reconocida internacionalmente como de las más atractivas para los visitantes que llegan al país en busca de sus bondades. >p< No nos inclinamos hacia un bando o hacia el otro. Lo que nos lleva a presentar algunas reflexiones es el verdadero sentido de la fiesta carnestolenda: unos días de solaz, esparcimiento y donde los lugareños ganan unos cuantos dólares, importantes para su subsistencia. >p< Es ese ciudadano quien reclama que cesen las hostilidades. Es el sentir de aquél hombre o mujer que ve la oportunidad de hacer algún dinero adicional, y que por tener que tomar partido hacia un bando o hacia otro, ve perjudicadas esas pequeñas ganancias. >p< Tomamos esta tribuna para llamar la atención a los grupos en conflicto. La propiedad real del carnaval tableño le corresponde y pertenece al pueblo tableño. Y es a ellos, a esa noble gente, a la que se le está haciendo daño con un pugilato absurdo, e inconveniente. >p< Ojalá esta situación no destruya lo que por tantos años ha sido la celebración que un sencillo y tradicional pueblo de nuestro interior le regala a sus compatriotas y al mundo.