La lucha por la transparencia

Panamá tiene todas las condiciones para alcanzar el grado de desarrollo. Sin embargo, para lograrlo tiene que trabajar en la transparencia de las instituciones. Recientemente se licitó un proyecto para la ampliación de la vía hacia Arraiján de solo diez kilómetros, pero la obra cuesta más de 300 millones de dólares. Tanto el monto como la empresa que se ganó la obra han dejado un profundo sinsabor en la sociedad panameña. Si bien la obra es de vital importancia, ha dejado una inquietud sobre el manejo de la cosa pública y las posibles componendas que, se suponía, empezábamos a combatir. La lucha contra la corrupción hay que reforzarla y para lograr objetivos claros, necesitamos hacer cambios. Uno de esos cambios es establecer un sistema de justicia eficiente y justo, pero sobre todo, independiente. Así las cosas, urge hacer un cambio constitucional para empezar haciendo cambios en la elección, edad y permanencia de los magistrados. No es posible continuar con un país que es sangrado en sus recursos y que no haya certeza de castigo. Lo peor es que este abismo en el que hemos caído, nos puede conducir a que apoyemos en el futuro a un dirigente que trastoque nuestro esquema de país y, so pretexto de acabar con la corrupción, nos conduzca por un sendero hacia el autoritarismo y la pobreza, como ocurre en Venezuela. Ojalá corrijamos a tiempo.