• 29/04/2017 02:00

La Caja y sus dilemas

 El nuevo director tiene que dar soluciones, aunque sean duras, su deber es darlas a conocer.

La situación de la Caja de Seguro Social, cada día se vuelve más crítica. Hay muchas soluciones viables, más cuando nuestra población es infinitamente pequeña. Pero mientras la Caja sea vista como un botín, siempre van a persistir problemas financieros y de atención, ya que el negocio está en que todo marche mal. A la Caja le meten manos las empresas farmacéuticas y vendedores de medicamentos; las constructoras a través de los propios funcionarios; las que venden implementos y equipos electrónicos; los propios médicos que juegan con turnos y van pocas horas; los propios funcionarios... no se puede dejar por fuera a los diputados que la usan para nombrar allegados y el propio Gobierno que de vez en cuando la usa como caja menuda. ¡Y qué decir de los empresarios que no pagan las cuotas obrero-patronales! Los que sufren son los cotizantes, porque a la hora de atención no lo consiguen como es debido. Mientras la Caja sea vista como botín, no habrá solución posible. Hoy entra un nuevo director y hay un nuevo presidente de la junta directiva. No se pueden arreglar los varios problemas de la Caja de la noche a la mañana, pero sí se puede dejar un trabajo sobre cantidad de cotizantes. Hay que limpiar esa entidad, porque es un monstruo con miles y miles de funcionarios que no son necesarios. Que se dejen de patrocinar componendas para hacer negociados con los medicamentos, donde medicamentos de 73 centavos se compran en la Caja en cinco dólares en algunos casos. Así las cosas, ya no hay tiempo de excusas ni de quejas. El nuevo director tiene que dar soluciones, aunque sean duras, su deber es darlas a conocer.

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