Una división peligrosa

El país está atravesando por momentos difíciles propios de su camino hacia el desarrollo. No va a salir uno, sino varios que, cual mesías, prometen traer mejores tiempos a la sociedad. Aunque crecemos a un ritmo arriba del cinco por ciento, una cifra envidiable, comparada con el resto de Latinoamérica, lo cierto es que la gente siente en la calle que no hay dinero y que la economía está cada vez más dura. Mas ese no es el peligro principal al que nos sometemos, sino a la división de la sociedad. Se está enquistando entre nuestros líderes, políticos o no, que aquí hay buenos y malos. Es una división peligrosa, porque para poder engrandecer este país, lo necesitamos unido. Podemos tener diferencias conceptuales y partidistas, pero no sobre los pilares de nuestra sociedad. Aquí tenemos que trabajar juntos por establecer realmente un Estado democrático, donde haya igualdad de oportunidades para todos, seguridad jurídica, justicia y un verdadero plan funcional, eficiente y vanguardista de todos nuestros servicios públicos. Esos que se venden cual mesías tienen que empezarnos a decir qué están haciendo por Panamá y hacia dónde llevarían el país, en caso de que la población votante los favorezca con el poder. Pero lo más importante es que el país los necesita hoy, ahora, ya... y no después de 2019. Lo que no debemos hacer es dejar escapar las oportunidades, sino crearnos una meta en común para que todos miremos hacia un mismo horizonte. Para ello hay que empezar uniendo el país y no fomentar esta división peligrosa que nos haría un gran daño a todos.