A propósito de la Lista Clinton

Los diarios La Estrella de Panamá y El Siglo no están en la Lista Clinton. Pero una decisión aberrante de los Estados Unidos, so pretexto de que su dueño está en la Lista, colateralmente le prohíben a sus ciudadanos hacer negocios con estos medios, para obligarlo a vender. Es una pena de muerte en lo comercial; una ejecución; un acto de terrorismo en nombre de la democracia. Pero más allá de los intereses de Estados Unidos está la pobre acción del Gobierno panameño por dejarse imponer una decisión que afecta a una empresa panameña. Si a eso sumamos que son medios de comunicación social, la actitud abyecta es realmente cuestionable. Lo peor es que esta decisión de no actuar es propiciada por un grupo de personas que, cual ovejas, se venden como los impolutos y democráticos, pero que en sí son feroces lobos, avaros personajes y dictadores disimulados que no quieren voces que los contradigan, que les cuestionen, que los enfrenten... Da tristeza que hayamos llegado a este punto. La defensa de lo nacional debe ser la regla, no la excepción. Hoy, vemos cómo esta sociedad está conducida hacia la división, hacia la existencia de una sola voz y una sola orden. Hoy, debiéramos estar debatiendo sobre cómo vamos a entrar al grado de desarrollo como sociedad, pero tristemente discutimos quién se queda con este o aquel negocio. Mas, la sociedad pensante sabe que por este camino vamos hacia la aniquilación como país y sabemos que, así como salieron antes a defender la Patria, lo harán nuevamente, pues no podemos ser arrastrados hacia esa vorágine de destrucción a la que nos están llevando. La Estrella de Panamá y El Siglo seguirán circulando en sus versiones impresas y digitales, porque la licencia solo nos la cancela el pueblo panameño.