¿Cambio o más de lo mismo?

La agitación política arrancó y cada día van saliendo más actores que quieren arreglar todos los problemas del país. Sin embargo, son muchos de ellos lobos con piel de oveja, porque no ofrecen cambios, sino más de lo mismo. Son oportunistas que solo quieren hacerse del poder para disfrutar de las arcas del Estado, como ha ocurrido en los últimos años, donde quien se ha convertido en representante, alcalde, diputado, ministro o presidente termina muy bien acomodado para el resto de su vida. El 2019 es el año electoral programado para cambiar el Gobierno, lo cual puede significar seguir postrados ante lo mismo o avanzar con inteligencia. Si no se hacen las modificaciones constitucionales necesarias, quien llegue al poder en el 19 —sea independiente, panameñista, perredé o cambio democrático—, solo será un nuevo inquilino en el Palacio de las Garzas, el país seguirá igualito. Quien verdaderamente desea enrumbar Panamá por el camino correcto, debe trabajar desde hoy por el país. Consiste en promover el cambio constitucional para lograr que la Asamblea Nacional sea un verdadero contrapeso del Ejecutivo. Un cambio constitucional también para que resurja una nueva Corte Suprema de Justicia con magistrados probos, cuya edad mínima sea sesenta años. El sistema político es el que nos ha sumergido en la corrupción y si queremos erradicar este mal, hay que promover el reemplazo del sistema político actual. Seguir así, es promover liderazgos que sean abanicados por la mafia de la droga, la mafia política y la mafia empresarial. A todos nos conviene tener un Panamá justo y equitativo, pero eso es imposible, por más honesto que sea el presidente, si no corregimos y curamos el mal que provoca la corrupción.