• 31/12/2017 01:03

Un año turbulento

Esa turbulencia de la selectividad se ha apoderado del ánimo de la población, donde ya no hay respeto

Los 12 meses transcurridos fueron muy turbulentos para la sociedad panameña. No por protestas callejeras, ni por fenómenos naturales.

Lo fue por lo político, donde la sociedad empezó a conocer las pruebas de cómo ha sido engañada por años por los dirigentes de la cosa pública. El escándalo Odebrecht ha salpicado hasta el más inocente y la justicia ha sido selectiva, porque se ha ensañado con unos, pero ha dejado tranquilo a otros.

Esa turbulencia de la selectividad se ha apoderado del ánimo de la población, donde ya no hay respeto, ni confianza y la credibilidad del gobierno de turno ha mermado a lo más bajo. Es lógico que tenemos que levantarnos y debemos recuperarnos de este torbellino.

Y no se hace causando más turbulencia, sino aplacando la que ya está. Hay que empezar a recuperar confianza y si es posible, conducir hacia un gobierno de unidad. Ningún hogar prospera si hay diferencias irreconciliables entre los hermanos; un buen padre de familia logra atemperar las aguas y recupera confianza entre todos y luego juntos emprenden la conquista del mundo.

Así hay que hacer en Panamá, donde algunos de sus hijos se aprovecharon de sus bienes y riquezas, jugaron con la confianza de sus hermanos y sembraron turbulencia por quinquenios. Es hora de tomar el control de nuestro destino. Seguir como vamos es ir al fracaso, al caos, a la destrucción.

Es el momento de sentarnos juntos y reconstruir la senda de la tolerancia y la paz. Que la justicia no tenga intervención externa y que haga su trabajo como debe ser. Mientras los demás, nos volcamos en encontrar ese camino que nos identifica como nación. Y ojalá que estos 12 meses venideros nos una el bien y prosperidad de Panamá.

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