Motor de desarrollo

E s indudable que la industria de la construcción es un importante motor de desarrollo en el país. La huelga que llegó casi al mes en este sector, impactó negativamente en los pequeños comercios, porque es una industria que mueve dinero semanalmente y que sí permea a las capas más bajas de la sociedad. La construcción mueve todo el engranaje, desde lo más bajo a lo más alto. Así las cosas, la huelga no significó un triunfo ni para los empresarios de la Capac ni para la dirigencia del Suntracs. Eso sí, ha sido una pérdida para todos. Empero, esta huelga debe haber enseñado que es preferible que ninguna de las partes tome ventajas en la industria, porque no hay construcción sin obreros y no hay industria sin compradores. Ello indica que ni los trabajadores deben abusar con su fuerza para pedir aumentos salariales irracionales y los empresarios inmobiliarios tampoco deben abusar con altos precios de los apartamentos y casas, afectando a los consumidores. Culminada esta nefasta huelga, lo oportuno es robustecer la industria, levantar nuevos proyectos y aceitar todo este engranaje económico que realmente es la vida del país. Hay que ser prácticos y lo que debe hacer Panamá es retomar la ventaja que tenía en este campo hace unos años. Hay que volver a activar el entusiasmo y mover la rueda de esta industria vital para Panamá.