Mucho gasto, poca entrada

Los diversos Gobiernos han despilfarrado los recursos estatales fomentando una dependencia a los subsidios que hoy empieza a arrinconar al país. El crecimiento económico se ha desacelerado y las recaudaciones no son lo presupuestado. Esta situación ha provocado que el Gobierno ahora busque modificar la Ley de Responsabilidad Fiscal, para cubrir un déficit de 300 millones de dólares. En pocas palabras, hay un hueco que necesita llenarse con 300 millones de dólares para hacerle frente a este problema. Ya muchos hablan de aumentos de impuestos, cuando lo que hay que hacer es fomentar el ahorro. Aquí se está gastando el dinero en cosas innecesarias, por lo que hay que dejar de abultar la planilla estatal, reducir los viajes y viáticos y evitar gastos no prioritarios.  Hay que ser más austeros e invertir cada centavo con inteligencia. Gran cantidad de contratos que se paralizaron por meses y hasta años, han representado grandes costos para el país. Todas estas acciones tienen consecuencias, por lo que siempre hay que analizar los costos-beneficios. El país está en una coyuntura electoral y quizás sea el momento de frenar cualquier decisión que vaya a entorpecer este proceso. Eso sí, hay que pasar el mensaje a todo el engranaje gubernamental: ¡hay mucho gasto y poca entrada!, por lo que el país debe entrar en un período de austeridad e invertir donde realmente se incentive la economía nacional.