Equilibrio en la economía

Los entendidos dividen la economía en tres sectores y cada uno de ellos encierra un cúmulo de subsectores. Se trata del sector agrícola o primario; el industrial o secundario y el de servicios o el terciario. La economía panameña es supremamente de servicios, ya que poco más de dos tercios de ella depende de este sector. Cierto es que Panamá ha sabido sacar ventaja de los servicios, pero esto a su vez ha provocado un desequilibrio costoso. Al abandonarse el sector primario, Panamá dejó de desarrollar el sector agrícola y esto ha puesto en peligro la seguridad alimentaria. Es más, el encarecimiento de las legumbres, frutas, granos, etc., está causando severos efectos en la sociedad. Prácticamente el país está en manos de los importadores, quienes incluso le han cambiado la dieta tradicional de los panameños. Pero como a todo problema hay que buscarle solución, lo más rápido es fomentar la agricultura y coordinar las importaciones. Por más justificación que quieran plantear sobre el libre mercado, nada supera la seguridad alimentaria, el derecho al trabajo de nuestros agricultores y la responsabilidad de velar por el bien común. Igual hay que hacer con la industria, la que tenemos que elevar a niveles más avanzados. Es el momento de equilibrar las cargas. Y no se trata de desfavorecer los servicios; por el contrario, robustecerlos, pero a la vez robustecer el sector agrícola y el industrial. Y para esto, no es otra cosa que cuestión de voluntad.