Evitemos las ramas

Costa Rica pasó hace unas meses por una elección presidencial y el tema que acaparó la atención fue la legalización de la unión entre personas del mismo sexo. Aunque no deja de ser un tema que llama la atención de la sociedad y que genera opiniones que crispan a quien defienda o critique este asunto, la realidad es que los ticos perdieron una oportunidad sobre la discusión de los problemas más serios que atañen a esa nación. Hoy, Costa Rica está a punto de incumplir sus pagos de la deuda externa, porque la economía del país está seriamente afectada. Panamá justo entró en el proceso electoral y ya hay candidatos y partidos que, cual Costa Rica, quieren traer como tema de campaña la legalidad de la unión entre personas del mismo sexo. Que si este lo apoya, que si este lo critica, pero no dicen una palabra de ¿cómo van a reactivar la economía, cómo van a evitar que el desempleo siga en aumento, cómo van a resolver el tema de las pensiones y jubilaciones a largo plazo, cómo atenderán el tema del agro...? Y si agregamos al debate la metamorfosis del mundo y cómo China está diseñando su papel por los próximos cincuenta y cien años y que tiene a Panamá como uno de sus puntos cardinales en esa nueva política comercial agresiva, está claro que el tema de la legalización de la unión entre personas del mismo sexo no va a resolver los problemas económicos del país en las próximas décadas. En esta campaña lo que se quiere es que afloren esas ideas de cómo Panamá puede alcanzar el grado de desarrollo en un tiempo perentorio y cómo se va a hacer para alcanzar esa meta. No hay que distraerse en un asunto que madurará con el tiempo.