Una amenaza real

A sí como avanza de rápido la cuarta revolución tecnológica, el mundo enfrenta una de las amenazas más serias que podrían extinguir la vida del planeta. Se trata del avance incuestionable del cambio climático, que se siente por todos lados y de diversas maneras. Calor exagerado o inundaciones prolongadas. El deshielo de los polos está provocando el aumento del nivel del mar y en Panamá, en San Blas y Bocas del Toro, ya este aumento del nivel del mar se hace sentir. Y es que mil 400 personas han tenido que mudarse de una de las islas de San Blas que poco a poco ha ido sumergiéndose en el océano. En isla Bastimento, Bocas del Toro, la playa está perdiendo terreno. Los grandes oleajes en Chame, Puerto Caimito, San Carlos, son cada vez más frecuentes. Pero el problema no es solo el aumento de los océanos, sino los cambios bruscos de temperaturas. La pregunta es: ¿qué estamos haciendo en Panamá para afrontar este problema? Por años hemos culpado a los campesinos porque talan bosques para hacer potreros y en el camino de la transformación del bosque en un área para pastear ganado, los campesinos queman para sembrar. Sin embargo, ¿qué hacen las autoridades con la urbanización en las ciudades? La cantidad de cemento en las calles provoca que el agua no se filtre y en lugar corra hasta las quebradas y termina inundando las casas que están en los lugares más bajos y pegadas al mar.

Tampoco se hace mucho con las urbanizaciones que llenan de zinc áreas donde antes había árboles, aumentando la temperatura. La mayoría de los científicos concuerda que el cambio climático se debe a acciones del hombre. Entonces, ya es hora de que Panamá tome parte importante en la solución de este problema y comience a educar a su gente de una forma más efectiva sobre lo que puede hacer para evitar este grave peligro del cambio climático.