La agonía del Seguro

La Caja de Seguro Social (CSS) es una institución históricamente maltratada. Allí se han dado negociados de todo tipo, han creado abultadas planillas, se dan desgreños administrativos al colocar en las distintas direcciones a incapaces con influencias y, además, han convertido la institución en una oficina de colocación de empleo de los políticos, contribuyendo así al continuo despilfarro que se produce en la entidad de todos los asegurados. Esta importante entidad, diseñada originalmente para brindar salud y jubilación al pueblo, hoy por hoy va rumbo al despeñadero si no se establece un plan de rescate. Eso se lo debemos a las pésimas administraciones, a los negociados y despilfarros y a la falta de una política de previsión y de un compromiso responsable de administrar como un buen padre de familia. El incremento nocivo de gastos y la excesiva contratación de recursos humanos innecesarios, así como el desconocimiento de la situación financiera de la institución, han creado un coctel explosivo peligroso. Lo peor es que cuando aparecen los correctivos necesarios, no son para pedir cuentas y aplicar sanciones o reducir gastos o reducir planilla. Es para hacerle transfusiones de recursos que sacan de los propios asegurados para que continúe la CSS en su agónico e irresponsable funcionamiento. Hay que rescatar la CSS, pero primero hay que sacar las mafias que succionan los recursos de esta entidad.