Decisiones trascendentales

Panamá ha tenido momentos trascendentales que, de no aprovecharse, terminamos perdiendo décadas en recuperarnos. Por más críticas que tengan algunos, la decisión de 1903 que nos permitió separarnos de Colombia había que tomarla. El Tratado Torrijos-Carter de 1977, por más que digan quienes lo adversen que el “Tres en Uno” era mejor, había que firmarlo, porque había que firmarlo. Igual podemos decir de las decisiones en materia laboral y privatización en los noventa, con toda y sus falencias, así como la ampliación del Canal… Equivocaciones también tuvimos, como la oportunidad de oro de la Constituyente, luego de la invasión estadounidense. Es decir, las ventanas de oportunidades son únicas y hay que aprovecharlas para avanzar. Justo en estos momentos hay una ventana para tomar decisiones trascendentales para trazar el futuro de los próximos cincuenta años. Se trata de la conectividad del país con una gran carretera que una Bocas del Toro con Colón y la conclusión de la carretera Panamericana que una Panamá con Colombia. ¿Será ese uno de los grandes temas del Acuerdo del Bicentenario? El solo anuncio de estos dos grandes proyectos será visto en el mundo como la ampliación del Canal. No desaprovechemos la oportunidad de oro que se nos presenta, sobre todo por la metamorfosis que atraviesa el planeta por la decadencia de la globalización y los efectos de la pandemia. Y la decisión que se tome marcará el antes y después; el mediocre y el visionario. ¡Así de simple!