• 30/04/2021 00:00

Tenemos que tomar una decisión

“Es un pulmón de la humanidad, pero al paso que vamos, la terminaremos perdiendo, porque no la hemos sabido proteger. Hay que tomar una decisión y pensar en grande”

Quizás no hay una frontera entre dos países en el mundo que siga cerrada como la que existe entre Panamá y Colombia. El llamado “Tapón del Darién” ha permanecido intacto, so pretexto de “impedir” el paso de la fiebre aftosa desde el sur hacia el norte. De hecho, es el único lugar que corta la carretera Panamericana, que se extiende desde Alaska hasta Chile, cubriendo todo el continente americano. Solo se interrumpe entre Panamá y Colombia, por 130 kilómetros que es lo que abarca el llamado “Tapón del Darién”. Pero una cosa era 1950, 70 y hasta el 90. Otra cosa es el nuevo milenio, donde no se explica que esta frontera se mantenga cerrada. Es más, deberá ser un gran proyecto binacional su apertura, lo que generará, sin duda, un gran auge económico. Quienes se oponen a la apertura, sin estudiar el asunto, alegan que el “tapón” impide la migración de Sudamérica hacia Panamá. Es lo más alejado a la realidad. La migración de africanos a Alemania, España, Italia, se da por mar, lo que demuestra que esta selva no impide la llegada de migrantes. Por el contrario, hay que proteger la selva de los taladores, de los que extraen oro en minas ilegales; de los guerrilleros y narcos que la utilizan para refugiarse. Es muy difícil proteger esta selva manteniéndola cerrada. Es un pulmón de la humanidad, pero al paso que vamos, la terminaremos perdiendo, porque no la hemos sabido proteger. Hay que tomar una decisión y pensar en grande. ¡Así de simple!

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