El valor del docente

En nuestro país se han desarrollado muchas iniciativas para mejorar la formación y la situación económica de los docentes. Desde las épocas de la fundación del Magisterio Panameño Unido, liderado por Sara Sotillo y de la Asociación de Profesores, dirigida por Clarence Beecher, el educador panameño ha demostrado su compromiso con la sociedad como pieza fundamental en el desarrollo de nuestra nación y como formador de las nuevas generaciones con valores de probidad y decencia. El educador de hoy, empero, tiene el deber de fortalecer su vocación y mística, sus valores; renovar su compromiso y forjar en consenso el papel de la educación y del educador de cara a los avances tecnológicos y a los grandes retos del futuro. Hace 16 años, en plena campaña política, los candidatos Torrijos, Endara, Alemán y Martinelli fueron invitados a Atlapa por la Fundación Gabriel Lewis Galindo que dirigía Marta Lewis de Cardoze, eficaz organizadora de este gran evento, con el objetivo de que presentaran a los educadores sus propuestas educativas. Para sorpresa de los invitados, al acto se presentaron miles de educadores vestidos de blanco, cantando su himno, coreando sus consignas; demostrando una mística y un sentido de unidad, organización, disciplina y amor a la patria que enorgullecía a todos los participantes. El acto cerró con las palabras del expresidente Oscar Arias que disertó sobre el papel de la educación en la democracia. Hoy, más que nunca, hay que retomar esas iniciativas motivadoras en esta época de cambio y de pandemia. Nuestro deber como ciudadanos, es recordarles siempre su gran valor y el poder que tienen cuando educan mostrando su propia vida como ejemplo.