Nuevo modelo político

Justo en la recta hacia el establecimiento de un nuevo Gobierno y el inicio de una nueva década, es oportuno renovar las reglas y el modelo político. Es impostergable que el país siga con una Corte Suprema politizada, una Asamblea comprable y un sistema electoral donde es posible ganar la Presidencia con menos del 25 por ciento del electorado. La propuesta que ha presentado el sector privado en materia judicial, es una iniciativa plausible y la Asamblea debe adoptarla y junto a las otras reformas que se requieren como independencia económica, tanto para el Legislativo como para el Judicial, así como la Segunda Vuelta Electoral, se debe aprobar en este período el paquete de reformas, para que luego sean ratificadas en la nueva Asamblea electa en mayo de 2019. Lo ideal es que sea a través de una Constituyente paralela, pero lo impide la falta de confianza de muchos sectores, en especial porque afectaría aún más las inversiones tan necesarias para reactivar la economía. Tampoco hay que inventar la rueda. Hay que hacer cambios puntuales como magistrados mayores de 55 años, nombrados por 25 años; independencia económica del Sistema Judicial; independencia económica de la Asamblea; Segunda Vuelta Electoral e incluso, lo referente a la descentralización del Estado. Títulos como el Canal, tienen que quedar intactos. Ojalá que la junta directiva de la Asamblea sepa aprovechar la coyuntura y salir de esta feroz crítica a la que se ha sometido y jugar el papel que le toca jugar. Necesitamos un nuevo modelo político, urgente.