Una ciudad con orden

Los últimos quince años han sido de un absoluto desorden en la metrópoli panameña. Como el boom inmobiliario nos sorprendió, relajamos las reglas y ¡a construir como a cada quien mejor le parezca! Aunado a este punto, el Municipio capitalino emplanilló a personas que, sin el menor escrúpulo, aprobaron planos que no reunieron las mínimas exigencias o sus inspectores pasaron revista afirmativa a proyectos que nunca vieron ‘en vivo '. Así, por ejemplo, un plano aprobado solo para un edificio terminó con cuatro torres igualitas; un taller de mecánica apareció en una zona residencial de la noche a la mañana... ¡Qué decir de los edificios en los que hay denuncias serias porque sus pisos se rajaron completamente o las paredes empezaron a registrar grietas...! El fin de semana nos sorprendió el colapso de un muro en construcción en Costa del Este, cuyo promotor es uno de los principales edificadores de este país. Ya se ha dicho que el muro se construía sin permiso. Ahora, imagínense ¿qué pasa con otros constructores no conocidos?, ¿cómo serán sus construcciones? La responsabilidad obviamente recae sobre los inspectores del Municipio capital, pero con igual peso debe caer sobre esa empresa constructora que, no solo tiene pérdidas materiales, sino que ha puesto en entredicho a los demás constructores del área. ¿Son confiables las edificaciones en Costa del Este? Este colapso impacta no solo en la construcción en sí; también afecta el valor de las propiedades, porque ha sembrado la desconfianza. ¡Esto hay que solucionarlo con medidas fuertes!