Soluciones

La muerte de María Isabel Castillo, la mujer que fue envenenada con dietilenglicol y que la bacteria KPC remató en las instalaciones de la Caja de Seguro Social, demuestra cuán negligentes son en esa institución. Demuestra la falta de humanidad, que no se cumplen los protocolos y cuando ocurre una desgracia los responsables se cubren entre sí. Es lamentable que se diga que los periodistas son los culpables de la crisis que hoy vive la Caja. Más cuando ahora las propias autoridades del Seguro Social empiezan a aceptar que ya van 71 personas afectadas con la bacteria y que al menos 21 han fallecido producto de ella. Demuestra esto que todo lo querían mantener tapado. La Caja es una institución que forma parte del ADN de la sociedad panameña. Hay que hacer reestructuraciones importantes en ella para resolver la crisis en la que está sumergida. Hay descontrol en la atención médica; hay descontrol en los medicamentos; la bacteria KPC es sinónimo de desaseo y hay muchas quejas por la pésima atención. Ojalá las autoridades se enfoquen en soluciones duraderas que satisfagan a todos y que no nos sorprendan con volvernos a meter la mano en el bolsillo de los contribuyentes.