La llorona

EL BUSINESS

La CSS ‘quiere comprar’ 20 consultorios del San Judas Tadeo. La vaina es que quienes ‘quieren vender’, justamente son altos directivos de la propia CSS que tienen consultorios en ese centro médico privado.

EL BUSINESS II

Supe que otros médicos del edificio prefieren comprar ellos los 20 consultorios, porque es contraproducente tener una actividad médica mixta (privada-pública) en el mismo edificio, pero adivinen: ¡El banco financista se opone!

PREGUNTA POR ADUANAS

¿Quién será el tal Fernandito que importa carros subfacturados de todas las marcas para ahorrarse el impuesto de introducción?

RESPUESTA PARA ADUANAS

Lógico, es el negocito que ha encontrado en componenda con unos inspectores. Los carros luego los vende a buenos precios, creando una competencia desleal a las agencias importadoras. Ya lo tienen chequeadito.

POR UN COCOBOLO

Por allí escuché que un chino tiene un deal con un cacique Membache para la exportación maderera de Cocobolo, que a propósito, está a casi cinco rúcanos el pie.

POR UN COCOBOLO II

Empecé a averiguar y me encontré con un Membache que está impulsando la creación de tierras colectivas en Arimae, Darién y pregunté: ¿Es el mismo Membache o es mera coincidencia? ¡Bngo!

LA LLEGADA DEL MOSQUERO

Por los lados de Aspinwall trascendió esta semana que finalmente se ha dispuesto trasladar el vertedero de basura al sector de Río Alejandro. Dicen que un Tagarópulos se frota las manos pensando en la indemnización.

A LA SECCIÓN DE CLASIFICADOS

Decía un viejo que tiene porque saberlo que el ejercicio en la administración pública está rodeado de mucha ingratitud. Eso parece ser el cuadro del profesor Hurtado Lay, que tiene varios meses de altas y bajas en su convalecencia y son muy pocos los que están al tanto de sus dolencias.

PASARON LA REBANADORA

Por el palacio de la Calle Cuarta hubo otra barrería de funcionarios, algunos de ellos diplomáticos de carrera. Decía un chusco que en el actual gobierno hay gente que administra las intituciones como si se tratara de negocios de familia. Los carniceros de hoy ... y que nadie llore