• 06/03/2016 01:00

“Spotlight”

‘Spotlight' nos deja muchas ideas y mucho aprendizaje

El periodismo está en decadencia. Y no lo decimos únicamente por lo que vemos en Panamá, sino que es un pensamiento generalizado y compartido entre muchos lectores que sin abandonar del todo el papel nos adaptamos vertiginosamente a las plataformas digitales para conseguir información. Es por esto que ‘Spotlight', la película ganadora del Oscar 2016, impacta a la industria de medios, reivindica a la figura del periodista investigativo y nos recuerda la importancia del periodismo en la sociedad.

Una historia basada en hechos reales, sobre la investigación ganadora del Premio Pulitzer del diario The Boston Globe, acerca de lo que luchó un grupo de periodistas para sacar a la luz pública un gran escándalo, un secreto a voces que nadie quería escuchar. Algo que como católicos nos avergüenza pero que era imposible de suavizar o esconder, y había que contarlo tal y como ocurrió, para hacer ruido, para alertar y crear conciencia.

El filme refleja las bases de un periodismo que contrasta con la era actual donde los blogueros y la inmediatez de la red desplaza a la investigación de los viejos tiempos, sustentada en la transparencia, los datos comprobados y el respeto a los tiempos fundamentales para averiguar con garantías. Es la historia de un periodismo que estamos perdiendo, al tiempo que la industria pierde circulación y lectoría.

Pero por encima de todo, ‘Spotlight' pone el dedo en la necesidad de que los medios hagan su papel correctamente de contrapeso al poder. Porque si bien su objetivo primario es difundir información veraz y oportuna sobre acontecimientos de interés general, también es cierto que no basta con eso. La noticia debe apuntar hacia una transformación social y un replanteo de la cosa pública. En el caso de la información por abusos sexuales de un par de sacerdotes católicos de Massachusetts, pudo haberse quedado en un hecho aislado relacionado con un puñado de menores afectados. Pero la unidad de investigación del Boston Globe fue hasta el fondo del problema: destapó la noticia, profundizó en los grados de responsabilidad al interior de la Iglesia y no dejó suelta la información como las que a diario leemos, vemos o escuchamos en la mayoría de los medios de comunicación del país, donde no se da seguimiento a la telaraña de poder y corrupción que encierran los altos niveles de la sociedad.

El tema no fue fácil, especialmente cuando se trata de personajes que la sociedad les confiere estatus de líderes de la moral y la ética. Pero si miramos cuidadosamente el trasfondo, observaríamos que es algo muy similar a lo que ocurre en Panamá cuando descubrimos a nuestros políticos y empresarios cometiendo fechorías de igual manera como cualquier otro delincuente común, con la diferencia que al habérsele encargado los destinos de un país, tienen mayor responsabilidad sobre sus actos. Y por eso los periodistas tenemos la obligación de escrudiñar sus vidas. Los periodistas del Boston Globe lo entendieron así cuando descubrieron que tenían en sus manos hechos de vital trascendencia, en una ciudad donde más de la mitad comulgaba con el Vaticano y simpatizaba con la curia.

En nuestra opinión, ‘Spotlight' nos recuerda que en nuestra profesión la noticia debe estar plenamente confirmada, con veracidad de los testimonios y con la mayor cantidad de versiones posibles de los hechos. Con el tiempo suficiente para visitar fuentes, revisar documentos y asegurar legalmente que todas las acusaciones tienen un soporte, incluso corriendo el riesgo de perder la exclusiva. El problema es que con la excusa del Internet como medio alterno y el estallido de las ‘puntocom', las salas de redacción han reaccionado opuestamente a lo que la sociedad requiere para mantener el balance entre la información inmediata y la información veraz.

No olvidemos el valor de la prensa como ‘perro guardián' del resto de los poderes establecidos, y que los periodistas, a diferencia de otras profesiones valiosísimas de la sociedad, ejercemos un servicio público que tiene origen y razones más allá de las relaciones públicas, el beneficio empresarial o de los titulares exclusivos.

‘Spotlight' nos deja muchas ideas y mucho aprendizaje. Y por eso debería ser una película obligatoria para quien decida dedicarse al periodismo, no por la magnífica historia, actuaciones, guiones, diálogos o adaptación, sino porque a aquel que realmente le interese su trabajo y tenga un mínimo de ética le hará reflexionar sobre la infinidad de errores que cometemos día a día.

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