• 19/12/2011 01:00

Ni chavismo, ni castrismo... perfiles del cambio

La idea anunciada por el presidente de la república Ricardo Marti Nelli, de mantener semanalmente un programa radial y televisivo en cad...

La idea anunciada por el presidente de la república Ricardo Marti Nelli, de mantener semanalmente un programa radial y televisivo en cadena nacional, para informar al pueblo de todas las actividades que se están realizando en las esferas gubernamentales y que constantemente los periodistas locales reclaman en sus entrevistas ocasionales con el mandatario en forma informal, aprovechando actos de varias naturalezas a lo largo y ancho del país, y en donde tanto las preguntas como las respuestas a veces no satisfacen a la ciudadanía que escucha una cosa u otra. Dialogar con el pueblo, por medio de la tecnología moderna, es una forma de mantener informado verazmente y con suficientes elementos de juicios alguna inquietud o la percepción de un problema que se ha hecho la ciudadanía, sobre la repuesta que el gobierno le está dando a determinada problemática y que la ciudadanía debe enterarse en forma lo más veraz y alejada de toda propaganda política y todo proselitismo sectario. Traer a colación que la comparecencia del presidente Marti Nelli en 5 minutos semanales va a ensayar discursos demagógicos y llenos de contenido políticos partidistas, es una aberración que solo cabe en mentes calenturientas, que no reflexionan con cuidado las cosas, sino que acuden a la crítica mal sana y mal intencionada.

Los dos dictadores que subsisten aún en América, Hugo Chávez Frías en Venezuela y Fidel Castro en Cuba, emplearon y emplean el método de dirigirse a los pueblos que gobiernan, utilizando una verborrea inminentemente política y demagógica con una duración de 3 y 4 horas, que ya tiene cansados a los ciudadanos que los escuchan, y donde al final no dicen nada que no sea calumniar, insultar, ofender y presentar un maravilloso escenario de todas las obras que dicen que están realizando en sus respectivos países.

La intención de Ricardo Marti Nelli es muy diferente a la que ponen en práctica Chávez y Castro. Porque también hay que tomar en cuenta que en esas entrevistas casuales improvisadas, en cualquier parte del país, hay periodistas que llevan consignas de partidos opositores y realizan preguntas capciosas y dirigidas a crear confusión y críticas a las acciones del gobierno, sin medir las consecuencias de estas acciones. Donde el periodismo amarillo pretende politizar la entrevista para satisfacer los caprichos de los políticos de oposición al gobierno que le dictan las líneas que deben seguir para confundir al mandatario.

Lo oportuno y conveniente es que se llame cada 15 días a una conferencia de prensa, en donde los periodistas en el Palacio Presidencial realicen su trabajo asiendo preguntas y recibiendo respuestas, por parte de los ministros de estado y el propio presidente de la república, sin que haya improvisaciones ni mucho menos politiquería barata.

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