• 24/10/2012 02:00

Adopta un bombero

Hace escasamente unos días me tocó vivir en carne propia cómo se propagaba un incendio. Al inicio solo se expedía humo de uno de los niv...

Hace escasamente unos días me tocó vivir en carne propia cómo se propagaba un incendio. Al inicio solo se expedía humo de uno de los niveles de sótano del inmueble hacia el exterior, pero para sorpresa nuestra, a medida que transcurrían las horas ese incidente lamentable tomaba más fuerza y se hacía incontrolable. Nuestro Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá, que en ese momento trabajaba en el Área, tuvo que solicitar apoyo a las unidades del Cuerpo de Bomberos de la Autoridad del Canal y a la del Cuerpo de Bomberos de Tocumen S.A., quienes con mucha disciplina y espíritu de equipo luchaban mano a mano para realizar la faena y cuya única meta era extinguir el incendio generado y lograr que el mismo no llegase a mayores.

En el lugar donde se daba el siniestro, en la esquina de la avenida Aquilino de la Guardia y avenida Balboa, no solamente estaban los héroes anónimos, sino también toda la logística de apoyo complementaria que daban otros estamentos como la Policía Nacional, Protección Civil y todo el personal de apoyo de primeros auxilios. Todos de una manera valiente y decidida sin importar el tiempo que transcurriese prestaban su colaboración para lograr la meta que todos esperábamos que era sofocar el incendio, y devolverle la tranquilidad a vecinos y propietarios de los inmuebles del área.

Pero lo más impresionante que viví, además del evento en sí, fue ver la falta de recursos de nuestros camisas rojas para poder hacer su trabajo, ya que la compañía que bajaba al sótano y regresaba para que otro grupo la relevara, los que esperaban en la parte superior, no estaban listos para ingresar porque carecían de uniforme retardante al fuego, máscaras de aire, tanques de aire y todo lo relacionado al equipo que les garantizara su vida y por ende realizar su labor con seguridad. O sea que los que subían tenían que desvestirse para prestar todo el equipo a los que tenían que ingresar, lo cual es inadmisible en este momento, pues en el país no solo tenemos un edificio alto sino varias decenas de ellos. Además, pudiese mencionar otros equipos que debieron tenerse en sitio, pero sería tan larga la lista de enumerar, que realmente será tema de otro artículo, para así poder ir creando consciencia de la importancia de que nuestros Bomberos estén bien equipados y entrenados para afrontar incendios de magnitudes similares o peores, que ruego a Dios que nunca ocurran. Doy gracias a Dios que el incendio solo se confinó a un sótano y no en los pisos altos, donde quizás otra hubiese sido la historia.

Sugerimos algo que es de vital importancia para las unidades de nuestro cuerpo de bomberos, entrenamiento en este tipo de incendios, en Edificios de Gran Altura y que solo se podrá conseguir elaborando un programa de capacitación con el apoyo de países como los que han vivido estas catástrofes, como por ejemplo, el más reciente ocurrido el 11 de Septiembre en el país del Norte.

Muy bien resultaría que se coordine con la Embajada de los Estados Unidos en Panamá para que a los bomberos de New York —y sugiero a los de Chicago— se les invite a nuestro país y se den cursos y se prepare a instructores locales para que el entrenamiento no se detenga y así poder tener más unidades especializadas en este tipo de menesteres.

Quiero felicitar al Gobierno Nacional por haber invertido los primeros 30 millones a nivel nacional en equipo, lo cual fue de gran ayuda, ya que si hubiesen tenido los cachivaches viejos con que contaban con anterioridad quizás el edificio se hubiese incendiado en su totalidad.

Quisiera preguntar a cuántos de ustedes les gustaría estar en sus casas, apartamentos, oficinas u otro inmueble en una situación similar, como la emergencia que se dio, y que no les puedan ayudar al ciento por ciento por la carencia de recursos para salvarlos, estoy seguro que a ninguno. Por lo tanto, hagamos consciencia y pidamos a gritos más apoyo para esta Institución y para poder así cuidar y salvar vidas y hacer honor al lema DISCIPLINA, HONOR Y ABNEGACIÓN. Espero que lo escrito aquí no caiga en saco roto y nos invite a meditar, que mañana puede ser cualquiera de nosotros el que pueda estar en una situación similar y quisiéramos respuesta inmediata, pero sin recursos y apoyo esto no será posible.

Invito a todos: empresarios, propietarios, inversionistas, etc. y, en general, a todos los panameños, a que de una u otra forma puedan conformar una comisión o un estudio para mejorar y dotar al Benemérito Cuerpo de Bomberos de equipos y recursos para que, estos hombres y mujeres de gran valentía, puedan cumplir su labor sin poner en riesgo sus vidas ni la del resto de los ciudadanos a su alrededor.

ADOPTAR UN BOMBERO, significa que todos ellos puedan sentirse útiles y apreciados por todos nosotros. Se lo merecen.

*EXPRESIDENTE DE LA SPIA, PATRONO DEL BCBRP.

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