• 24/11/2012 01:00

¿De quién es el negocio?

La publicidad gubernamental ha impulsado, en todos los medios, una campaña que nos recuerda que en la administración anterior teníamos u...

La publicidad gubernamental ha impulsado, en todos los medios, una campaña que nos recuerda que en la administración anterior teníamos una cuña para recordarnos quién era el presidente.

La similitud de ambas políticas de divulgación está ligada a la cantidad de viajes al exterior, y a la preocupación de que los olvidáramos, ya que pretendían gobernar desde el exterior. Ahora se arrecia en los medios de comunicación de todo tipo, especialmente en radiales y televisivos, el anuncio de las promesas y de los logros en el ejercicio gubernamental.

Vale la pena comentar la validez o ineficacia de la constante divulgación de aciertos y cumplimientos. Para ello es necesario señalar que los 100 para los 70 fue una iniciativa y propuesta del Partido Panameñista, que se puso en práctica cuando aún había alianza. En la administración anterior se empezó a entregar subsidios a las comarcas, con lo cual se creó la Red de Oportunidades, que, ante el aumento del presupuesto, se amplió a más personas. Desde que Omar Torrijos mandaba, se utilizaron los subsidios en el gas y otros asuntos, como el combustible, para detener el incremento del costo a nivel nacional. Las famosas tiendas COMPITA de la administración anterior, se han convertido en las JUMBO FERIAS, que los diputados hacen creer que se trata de una ayuda personal de su circuito, cuando todos sabemos que están alimentadas por el IMA, y que los costos son del Estado.

Es de reconocer que con la Beca Universal se favoreció por sus calificaciones a muchos niños, cuyos padres son los que disponen del efectivo, algunos apropiadamente y otros en gastos que no benefician al estudiante. Por otro lado, también es de resaltar la discriminada inversión en algunos lugares, con necesidades apremiantes, solo porque el diputado o representante de corregimiento no es pro-gobierno. No se ha hecho investigación sobre la adquisición de un asfalto de mala calidad, con el que han procurado arreglar algunas calles y vías, que en poco tiempo exhiben, con mayor prominencia, los huecos y averías de reciente reparación.

Por otro lado, el subsidio al pasaje del Metrobús y otros proyectos, es aún inexplicable. A ciencia cierta se desconoce a quién pertenecen las distintas rutas de METROBÚS que reemplazan a los Diablos Rojos, y las acciones y valor de las mismas.

Si el Estado es el que ha indemnizado a los reemplazados, debe indicarse si le pertenecen las acciones de la empresa, indicar cuánto cuesta cada unidad y cómo se ha logrado el financiamiento. Si los subsidios garantizan a empresas particulares una ganancia, entonces es preferible que el Estado asuma la operación o suministros de bienes o servicios, y que el capital privado emprenda inversiones de otro tipo.

Con la seguridad de que el Estado garantiza que no habrá riesgos o pérdidas, cualquier limpio es inversionista. Por eso es conveniente saber, ¿DE QUIÉN ES EL NEGOCIO DE LOS SUBSIDIOS?

*ABOGADO.

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