• 03/01/2013 01:00

Líderes, políticos o jamones

Causa malestar eventos que ocurren a diario en nuestro país. Nos llena de esperanza el saber que todo es transitorio como la misma vida....

Causa malestar eventos que ocurren a diario en nuestro país. Nos llena de esperanza el saber que todo es transitorio como la misma vida. Pero, ¿por qué vivir la vida de cualquier manera, si podemos hacer de la misma un oasis de alegría, concordia, camaradería, respeto, recreación, esparcimiento, trabajo, solidaridad y paz? ¿Serían sueños de opio, dados los tiempos que vivimos? Me parece que es cuestión de proponerse, como lo dijera una líder joven en el distrito de San Miguelito.

¿Quién ha dicho que a los líderes los encuentras solo en los grupos elitistas o de mayor poder socio económico? Pienso que es todo lo contrario. Los verdaderos líderes surgen en las crisis, ante las dificultades, forjados en la adversidad, como se forja la espada, al golpe del yunque y el martillo; en la escuela de la traición y el engaño; en el abismo de la mediocridad, donde los bajos instintos parecen alzarse con la cabeza del líder. ¡David venció a Goliat!

Hay cuatro cosas para afrontar en nuestro medio: la pobreza, la mediocridad, la ignorancia, el espíritu traicionero, el deseo de destruir y hacer daño. Tales se conjugan con un poder explosivo, para atacar a quien creemos responsable de nuestros males, o porque disfrutamos al lastimar al prójimo. Nuestros líderes están en nuestras propias casas. Son ellos los que pueden enmendar los caminos retorcidos que heredamos de no tan ilustres paisanos, que están en la política, en el comercio o en la economía. ¿Se le ha ocurrido pensar que en Panamá puede haber un presidente indígena o negro?

Los mismos engreídos de siempre nos han hecho creer lo contrario. Los indígenas han demostrado no solo valentía, sino capacidad de organización, trabajo, voluntad, coherencia y mucha claridad en los propósitos de su lucha. Los negros siempre se han identificado con los sectores más humildes de la población, afectados por la desigualdad social; realistas, me parece, se empinan ante las dificultades, para transformar las condiciones adversas. Hay momentos en Panamá, en que solo parece rescatable el trabajo del humilde y sudoroso buhonero, que anda por las calles de la ciudad, subiendo y bajando lomas, cruzando puentes, atravesando calles y avenidas.

Son otro ejemplo, los trabajadores del hierro y el concreto, que se esfuerzan por realizar tantas obras o proyectos, amén de los peligros que tienen que enfrentar. ¡Ojalá les reconozcan sus esfuerzos¡ Le siguen los trabajadores de las fábricas, que igual están expuestos a diversos peligros en sus múltiples oficios.

Además las trabajadoras de los almacenes que les da canillera (de estar paradas); convendría hacer muchas caminatas para fortalecer las piernas y de paso ponerse más esbeltas y hermosas. También está el funcionario publico, con sus clásicos ‘jefes’. Aquí tenemos a muchos soldados, algunos desconocidos, que sostienen las estructuras del Estado. También están los parásitos, que se la pasan manoseando el mismo cuadro, día tras día, y no aportan nada. Por esto me molestan y me incomodan las actuaciones de algunos políticos, que creen o piensan que el país es de ellos.

Henchidos de poder o vana gloria, extraviados e incapaces de discernir el daño que acarrean a la población. Alguien dijo una vez, lo más peligroso que puede haber es un ser humano, pero es al mismo tiempo, quien más te puede hacer reír, disfrutar, jugar, convivir y ser feliz, etc. ¿Estás con la cultura de la violencia o prefieres otra cosa? Hasta otro momento, y por favor, no se congestione tanto con estos jamoncitos navideños y menos si vive en El Chorrillo. El redentor de la humanidad ya dijo una vez, y volverá a hablar: ‘no solo de pan vive el hombre’. ¿Habrá cosas más importantes?

ECONOMISTA Y DOCENTE

Lo Nuevo
comments powered by Disqus