• 04/03/2013 01:00

El ‘harakiri’ político de Martinelli

Para ser buen presidente de un país hay que tener: inteligencia, capacidad de análisis, integridad, personalidad, profesionalismo, educa...

Para ser buen presidente de un país hay que tener: inteligencia, capacidad de análisis, integridad, personalidad, profesionalismo, educación, conocimiento de administración y rodearse de asesores calificados y sobre todo tomar las medidas apropiadas para beneficio de los gobernados, con programas y proyectos debidamente planificados. En pocas palabras, ser un ‘Estadista’. De las cuales, al actual al mandatario, le faltan algunas.

El presidente Martinelli, en su campaña presidencial hizo una gama de promesas, que según él, beneficiarían al pueblo y haría lo que en cuarenta años no habían hecho gobiernos anteriores. Lo más importante de sus promesas, fue ‘no permitiría que los ricos salieran más ricos’ y solo se podía ‘meter la pata’. Resulta que ha sido todo lo contrario. Los allegados al gobernante dan la impresión de estar aprovechando los recursos del Estado para beneficio propio y él personalmente no se cansa de ‘meter la pata’ en sus decisiones.

Desconoce, como lo hemos dicho, la diferencia entre Administración Pública con relación a la Administración Privada. Está manejando su gobierno como su Panamá fuera una ‘Sucursal del 99’. Se hace lo que usted dice, sea para bien o para mal del pueblo. Su famoso proyecto ‘mi bus’, no es ni la sombra de los ‘Diablos Rojos’. No paran las quejas del mal servicio. La construcción de su famoso ‘Metro’, que no estamos seguros cumplirá su cometido de solucionar el problema del transporte, si tomamos en cuenta que todos sus proyectos son un desastre y la mayoría de sus colaborados, incluyendo a sus ministros, no dan la talla.

Ahora, para perjudicar a su ‘amigo’ (el único que según usted tiene), el señor Varela, mandó a aprobar una Ley de aumento del impuesto a los licores, con el claro propósito de afectar a su ‘excompañero de fórmula presidencial’. Pero, don 99-Martinelli, carente de capacidad analítica, se olvidó de que los impuestos nuevos se los pasan las procesadoras al precio de venta. Siendo el consumidor, el pueblo, quien tendrá que pagar más por los productos. ¿A quién perjudica usted... señor Martinielli? A ¿Varela Hnos. o al pueblo? a quien usted le prometió muchas cosas, sin poder cumplirlas, dando la impresión de necesitar otro período en el gobierno para poder cumplir las promesas.

La historia se repite en espiral: ‘En 1821, los istmeños se unieron a la Gran Colombia, con la esperanza de obtener los mismos beneficios de desarrollo y progreso de los colombianos y, durante 82 años, no vieron ni lograron que los gobierno le dieran apoyo a sus exigencia. Ochenta y dos años de sacrificios y desilusiones. Tuvieron que optar por convertirse en un país Independiente, libre y soberano’.

Pero señor Martinelli, este pueblo panameño del Siglo XXI, no es ni la sombra de aquellos ingenuos istmeños, que aguantaron por tanto tiempo. Hoy las cosas son diferente, hay educación, mala o buena, pero la hay y los ciudadanos conscientes y responsables, tenemos ‘el sartén por el mango’. Da la impresión, y no me extraña, que no se dé cuenta de su poca capacidad de análisis: El pueblo que lo eligió y muchos más tendrán la decisión en las urnas en mayo del 14.

Usted, solito se está haciendo un HARAKIRI. Pensó afectar a un ‘amigo’; pero no visualizó que le costará más caro al panameño una botella de seco o de ron. Ese puñal, que pretendió enterrárselo a su ‘frater’, usted con el delicado ceremonial japonés (que hacen los hombres cuando han deshonrado su honor) se lo está haciendo personalmente. Porque de algo estoy seguro, usted no ha terminado de hacérselo. Le faltan 14 meses de gobierno y seguirá por el mismo camino: METIENDO LA PATA y ENTERRÁNDOSE LENTAMENTE EL FILOSO PUÑAL, (Una muerte política lenta, pero segura).

HISTORIÓGRAFO Y ESCRITOR.

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