Varela: discurso censor

Superando su habitual modestia en sus intervenciones públicas, Juan Carlos Varela, candidato por el Partido Panameñista, se alzó en la tribuna para dirigirse al país y sus copartidarios, con un discurso de barricada y como el mejor médico cirujano hincó el bisturí sobre todas las podredumbres que lleva a cuestas el actual régimen que encabeza Ricardo Martinelli, tan cuestionado desde los inicios de su gobierno, en que no cesa el desgreño administrativo por el favoritismo imperante y en consecuencia la notoria corrupción.

Cierto es que la concurrencia de votantes de su partido a las primarias recientemente celebradas para otorgarle el triunfo como candidato presidencial en el 2014, ha sido escuálida y ello no debe interpretarse que se ha debido a la renuencia de la expresidenta Mireya Moscoso de emitir su voto en las mismas, aunque se deduce su conducta en tal sentido que mientras el vicepresidente ha estado criticando al régimen, ella no solo ha guardado silencio, sino que incluso se le ha visto en público en determinados actos al lado del actual mandatario.

Pero a lo que debo referirme, comparando el discurso de Varela con el que emitió Juan Carlos Navarro para agradecer su triunfo en las primarias de su partido el PRD, fue muy débil en comparación a los enormes problemas que confronta el país de toda índole, lo cual no sorprendió a nadie, puesto que Juan Carlos Navarro, candidato presidencial por el Partido Revolucionario Democrático, ha sido no solo muy comedido, sino que no se ha atrevido, como lo ha hecho Juan Carlos Varela, a atacar en todo momento frontalmente al régimen.

Por eso ese discurso de Navarro no es digno de mencionarse, ya que es nula su postura como dirigente de oposición, en el concepto que tenemos los políticos progresistas y de izquierda entre los cuales me cuento desde hace muchos años, cuando militábamos junto al proceso revolucionario, liderado por el general Torrijos.

De lo que se trata es de que el Partido Revolucionario Democrático ha cometido muchos errores dentro y fuera del gobierno y se han conducido apegado a sus propios intereses cuando tuvieron la oportunidad de tener en sus manos las riendas del Estado, de allí el desprestigio que tienen en su haber político, principalmente como gobernantes y por las desvergonzadas riñas políticas que tienen a lo interno de su partido, han perdido el liderazgo que de ellos se esperaba.

De lo que se trata a es que el actual escenario político que ofrece el país es que el candidato oficialista que se presente para aspirar al triunfo presidencial en el 2014, sufrirá la más aplastante derrota y, de la oposición los que tendrán mejores oportunidades, serán aquellos que no bajen la guardia para combatir al régimen nefasto de Martinelli.

*ABOGADO Y PERIODISTA.