Rescatando al Colegio Nacional de Abogados

Una primera mirada al título de este artículo sin duda generará inmediatamente en el lector muchas interrogantes, entre ellas: ¿Por qué hay que rescatarlo? ¿Qué está pasando en dicha Asociación? ¿Ha perdido su compromiso gremial con sus colegiados y con la ciudadanía?

Por el contrario, no se trata de eso. Es simplemente sentir la gran satisfacción de ver concretada una publicación anhelada. Su título ‘Los presidentes del Colegio Nacional de Abogados de Panamá’, trabajo finamente logrado, gracias a la iniciativa del Tribunal Electoral y un gran grupo de profesionales de esa Institución, con los cuales pude colaborar y así lograr acercarnos al conocimiento y ejecutorias de quienes, como este servidor, resultamos honrados con el inmenso honor de dirigir el gremio.

Las valiosas descripciones y testimonios en los que se recogen las semblanzas y perfiles, la historia de vida y las circunstancias de cada momento en las que correspondió desenvolverse a estos profesionales del Derecho, sin olvidar a quienes les acompañaron en muchos casos, firme y solidariamente como miembros de las juntas directivas respectivas, son de incalculable valor para quienes se interesen por la Historia y la Abogacía istmeña.

Esta obra requirió de varios años para su culminación, por falta de fuentes documentales en algunos casos o incluso por dificultades para localizar y entrevistarse con familiares de muchos dirigentes del Colegio que ya han pasado a la eternidad.

Tener la oportunidad de evocar en cortas líneas trascendentales como la expedición y puesta en vigencia de los Códigos Nacionales, los hechos del 9 de Enero de 1964 y sus duras consecuencias, la reversión del Canal a manos panameñas, las constantes preocupaciones por contar con nuevas y actualizadas leyes que regulen el ejercicio de la Abogacía, el mejoramiento de la Administración de Justicia, el perfeccionamiento de la democracia y el Estado de Derecho, así como el respeto a la seguridad jurídica, posicionando al Colegio también en esferas internacionales y tantos otros logros que deben destacarse, pero difíciles de enumerar en este artículo, han merecido todo el tiempo dedicado a esta ardua recopilación.

El dejar sin registro la historia de un país, de una organización o de una persona, es a todas luces consentir que los hechos acaecidos caigan en el olvido, o a apreciaciones subjetivas, que al final constituyen su negación.

Invito a su acuciosa lectura, pues las actuaciones de ‘Los presidentes del Colegio Nacional de Abogados’ constituyen un pedacito de la Patria que todos debemos seguir construyendo.

*PRESIDENTE DE LA ACADEMIA PANAMEÑA DE DERECHO ADMINISTRATIVO, SENADOR DE LA UNIÓN IBEROAMERICANA DE COLEGIOS Y AGRUPACIONES DE ABOGADOS Y DOCENTE UNIVERSITARIO.