• 08/03/2014 01:00

Realidades de las mujeres

Gabriela - Gabriela estudia el noveno año en un colegio de la capital. Su profesor de ‘Religión y Valores’ pidió que de forma individual...

Gabriela - Gabriela estudia el noveno año en un colegio de la capital. Su profesor de ‘Religión y Valores’ pidió que de forma individual escribieran su opinión acerca del aborto. Gabriela anotó que si una chica sufre una violación debe tener derecho de interrumpir su embarazo y que no se le debe obligar a dar a luz bajo esas circunstancias. A la semana siguiente el docente le devolvió la reflexión con una nota de desaprobación; seguidamente les dijo que la clase de hoy versará sobre la libertad de pensamiento y opinión como valores supremos de nuestra sociedad democrática.

Juana - Juana es obrera industrial en una conocida zona franca del oeste del Valle Central. El gerente de producción le ha propuesto salir con él y a cambio puede influir con su amigo de Recursos Humanos para que le suban el sueldo. Juana no acepta la reiterada ‘invitación’, el gerente pasa a la amenaza: ‘Si aceptas te puedo ayudar en la empresa, si me rechazas te quedas sin trabajo’.

La obrera lo denuncia en la oficina de personal, pero el jefe lejos de aplicar la ley y proteger a las ‘colaboradoras’ (eufemismo) la devuelve a su trabajo. No hay sindicato al que recurrir, porque en Costa Rica el sindicalismo está proscrito de facto en las empresas privadas. Juana llora todo el camino a casa, pensando en las necesidades de sus pequeños.

Maritza - Maritza vivía en la finca El Aguacate en Liberia, provincia de Guanacaste. Ella y otras 300 familias construyeron ahí sus ranchitos donde albergaban los sueños de una vida digna. Una mañana la paz del lugar se vio afectada por una horda de militares del gobierno y agentes privados contratados por el conocido terrateniente de la zona, que en arreos de combate y con apoyo de helicópteros invadieron la finca. Junto con los ranchos que la policía quemó, se esfumaron los anhelos de prosperidad que Maritza guardaba en su corazón. El gobierno de la primera mujer presidenta ordenó la violenta represión. Ella y 250 personas fueron detenidas y acusadas de resistencia a la autoridad y de usurpación de bienes.

Cristina - Cristina tiene una discapacidad para caminar y se desplaza en silla de ruedas. Como toda mujer, sale a realizar las actividades cotidianas, pero enfrenta barreras físicas y actitudinales de mucha gente con quienes interactúa. Espacios públicos y empresas privadas incumplen la Ley 7600. Una de las empresas que incumple reiteradamente, es el Supermercado Wallmart de Curridabat, que si bien tiene demarcados estacionamientos para vehículos que transportan personas con alguna discapacidad, los mismos pasan ocupados por clientes que no los necesitan.

Además de la falta de consciencia de algunos usuarios, pesa la negligencia de la gerencia del supermercado. Cristina ha preguntado a las oficiales de seguridad privada del estacionamiento (muchas son mujeres) y ellas dicen que los gerentes del supermercado las regañan si tratan de aplicar la ley. Ha hablado con el gerente y nada cambia.

Claudia - Claudia vive con su pareja María desde hace doce años. Una vida plena, amorosa y pletórica de felicidad se vio truncada hace seis meses cuando a María le descubrieron una enfermedad en estado avanzado. Durante la hospitalización de su pareja, Claudia tuvo que soportar las burlas abiertas o sutiles de otros pacientes, familiares y hasta de miembros del personal al percatarse de su relación. Lejos de celebrar el cuidado amoroso que le brindaba a María, la intolerancia y la lesbofobia fueron un desafío adicional. María hoy está recuperándose en casa, pero ya hablan de las dificultades para heredar la vivienda que ambas construyeron si alguna faltara en el futuro, por el no reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo.

Marlene - Marlene es una madre que, cansada de la violencia física y psicológica de su marido, logró separarse y hoy vive sola con sus dos hijos y una hija. Es vecina de la comunidad de Laurel, en la zona sur del país. Ella trabaja media jornada en el plantel de una agroindustria y el resto del tiempo vende empanadas caseras en una ventana de su casa. La situación económica es asfixiante y tiene tres años de esperar una respuesta a su solicitud de beca del Programa Avancemos del gobierno, para que su hija menor pueda estudiar. En ese lapso ha visto cómo dos familias cercanas que no la necesitan han recibido la ayuda y se pregunta si será porque los padres de esas familias pegaron banderas del partido del gobierno durante la última elección.

Genoveva - Genoveva es una migrante salvadoreña que vive en Los Hatillos desde 1982. Con mucho esfuerzo se ha dedicado a la confección de ropa y como es buena modista, su clientela ha crecido. Con el fruto de su trabajo dio estudios a sus hijos, ya la menor cursa el último año del bachillerato. El año pasado puso un rótulo en su ventana anunciando su microempresa. A los pocos días le llegó AyA a ponerle un medidor de agua comercial; después vino la Municipalidad (la de Johnny Araya) a reclamar el pago de patentes municipales y permisos; Tributación Directa no se hizo esperar y le aconsejó que pusiera en regla sus aportes al fisco; el ICE habló de un medidor de corriente que ya no podía ser domiciliar; y así desfilaron todas las instituciones con los mismos criterios como si fuera una empresa grande. Nunca apareció el Ministerio de Economía para preguntarle qué necesitaba y la banca de desarrollo es cosa del pasado.

Genoveva quitó el rótulo y con él abandonó la idea de seguir creciendo como empresaria. Y con el buen humor que caracteriza a las mujeres trabajadoras, pensó: ‘Si estuviera en El Salvador también tendría que pagarle el impuesto a la mara’.

Esperanza - Esperanza es el nombre con que podríamos denominar a tantas mujeres luchadoras que han cambiado la historia. Es un homenaje a las maestras que derrocaron a la dictadura de los Tinoco, a las que enfrentaron a los filibusteros, a las que pelearon el derecho al voto, a las que se movilizan contra las guerras, a las que exigen los derechos civiles aún negados, a las mujeres indígenas de Abya Yala, a las mujeres campesinas y de la clase trabajadora, a las que con sus manos construyen la historia cada día.

SOCIÓLOGO.

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