ACNUR: 2,4 millones de refugiados deberán ser reasentados en 2024

A sus 10 años, Hina Al Nabolsi tuvo que presenciar uno de los mayores infiernos que existen en el planeta Tierra, salir del conflicto armado en Siria, junto con su familia, en busca de un lugar seguro, así lo contó durante una entrevista con el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en 2017.

“Vi a gente morir porque las bombas caían sobre ellos. Mis amigos y mis vecinos morían a nuestro alrededor y no podíamos hacer nada”, rememoró la niña, en cuyos ojos verdes se podía observar una mirada de tristeza, por la destrucción que ocasionó la guerra a su natal Deraa al Balad.

La realidad de Hina es semeja a la de 2.420.000 de refugiados que necesitaran un reasentamiento para el 2024, revela el último informe de la  Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en un informe compartido esta semana.

El reasentamiento es un proceso que permite a los refugiados trasladarse a otro país  con un estatus legal que garantice la protección internacional. Tiene el propósito de que se les permita a los inmigrantes desplazados reconstruir sus vidas, en un contexto en el que sus derechos estén protegidos.

En 2022, la Acnur presentó 116,512 solicitudes de reasentamiento, dentro de 93 países, una cantidad semejante a la de 2020 y 2021, pero inferior a las registradas entre 2015 y 2016, cuando “la comunidad mundial se unió en respuesta a la crisis en Siria”, detalla el informe.

El presidente de Acnur,  Filippo Grandi, pidió a los “países con medios” intensificar y proporcionar un reasentamiento sostenible de estos individuos, pues se trata de una responsabilidad internacional.

En las Américas, los elevados movimientos poblacionales están llevando a la región a un panorama sin precedentes, pues en 2022 se acogieron más de 20 millones de refugiados por temas relacionados con la repatriación y el asilo.

En América Central, más de un millón de personas han sido movilizadas producto de la violencia, la pobreza y los eventos climáticos. El número de solicitantes de asilo provenientes de Guatemala, El Salvador y Honduras, supera las 636,000 personas.

Por su parte, en Nicaragua, más de 267,000 personas huyeron del país. El 89% de los migrantes nicaragüenses buscó refugio en otras naciones de América Central, siendo el principal receptor Costa Rica, que junto con México ocupa el top de las naciones que más inmigrantes recibe en las Américas.

A nivel de Panamá, cerca de 250,000 migrantes cruzaron el tapón de Darién, de los cuales el 61% eran venezolanos, pero también se detectaron personas provenientes de Haití, Ecuador Y Cuba.  Una tendencia que se mantiene en 2023, pues, de enero a mayo, 160,000 tomaron esa ruta.

Venezuela es una de las naciones que más está contribuyendo a estos movimientos poblacionales, pues para principios de este año había más de 7.1 millones de venezolanos habían emigrado. El 84% de estos, a países de América Latina y el Caribe.

En total, hay 211,000 venezolanos que han sido reconocidos como refugiados, más de un millón están registrados como solicitantes de asilo y hay 4.2 millones con permisos de residencia.

En Colombia, los enfrentamientos entre grupos armados han aumentado la cantidad de refugiados, especialmente en las zonas indígenas y afrocoloniales.

Para 2022, más de 185,000 colombianos fueron desplazados, llevándolos a solicitar asilo en otras naciones como Ecuador, en donde hay 4,000 solicitudes realizadas por gente de Colombia.

“En general, los gobiernos de la región han mantenido políticas de puertas abiertas hacia los refugiados, adoptando marcos nacionales progresivos e implementando sistemas nacionales de asilo, además de promover la inclusión de los refugiados en los sistemas nacionales”, analiza el documento.

Sin embargo, muchos refugiados siguen enfrentándose a obstáculos para acceder al asilo u otras formas de protección, disfrutar de derechos y servicios básicos y lograr una solución hacia la integración local en la comunidad de acogida.

En 2024, Acnur prevé un incremento de 20% en la cantidad de personas que necesitaran un reasentamiento, respecto a 2023.

“El aumento en el número de personas que precisan reasentamiento es consistente con las crecientes carencias de protección y la falta de otras soluciones duraderas para las personas más necesitadas, entre los 20 millones de refugiados, solicitantes de asilo, desplazados internos y apátridas que viven en la región”, pondera el informe.