Embajadora de Turquía en Panamá: ‘Vemos al país como una puerta de entrada comercial y cultural a América Latina’

Con 75 años de relaciones diplomáticas entre Panamá y Turquía, ambos países buscan transformar una agenda histórica y cordial en una cooperación más dinámica y concreta. Así lo sostiene la embajadora de Turquía en Panamá, Armagán Inci Ersoy, quien destaca el papel estratégico del país como centro logístico de América Latina y su potencial como plataforma para el comercio, la inversión y el intercambio cultural con la región.

Con apenas ocho meses al frente de la misión diplomática en Panamá, la embajadora subraya que la relación bilateral es positiva, pero aún subexplotada frente a las oportunidades existentes. En un contexto global marcado por conflictos, tensiones geopolíticas y desafíos económicos, Turquía apuesta por el diálogo, la mediación y la cooperación internacional como ejes centrales de su política exterior, con Panamá como aliado estratégico en el continente.

Ersoy cuenta con más de tres décadas de carrera diplomática. Ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía en 1991, donde inició su trayectoria en el área de Asuntos Marítimos. Posteriormente desempeñó funciones en la sede central de la Cancillería en Ankara y en la embajada de Turquía en Madrid. A su regreso a su país, trabajó durante seis años en áreas vinculadas a cooperación internacional y asuntos multilaterales.

Antes de llegar a Panamá, fue embajadora de Turquía en Paraguay durante dos años y medio y ocupó cargos de alto nivel en Ankara, donde coordinó actividades del centenario de la República y los 500 años de la Cancillería, integró juntas de evaluación diplomática, trabajó en archivos históricos y desarrolló pódcast institucionales para acercar la diplomacia a la ciudadanía. Actualmente, alrededor de 90 ciudadanos turcos residen en Panamá, mientras que 40 estudiantes panameños cursan estudios superiores en Turquía mediante programas de becas. Además, Turquía ha manifestado su interés en colaborar con Panamá en ámbitos culturales y científicos, incluyendo aportes en el sitio arqueológico de El Caño.

Tenemos una relación amistosa y una agenda muy positiva. Sin embargo, debemos construir sobre esa agenda. Contamos con 75 años de relaciones diplomáticas y diez años de una embajada residente, pero aún hay mucho por explorar en términos de cooperación y desarrollo conjunto.

Panamá es un hub en América Latina. Conecta océanos y es una vía marítima estratégica. Turquía también es un hub y desde 2006 tenemos una política de apertura hacia la región. Vemos al país como una puerta de entrada comercial y cultural a América Latina y queremos aprovechar su posición para fortalecer inversiones y comercio.

Ha crecido, pero todavía se encuentra en una fase inicial si lo comparamos con el enorme potencial que existe. Aún necesitamos conocernos mejor. Me alegra mucho ver productos panameños como el café y la piña en el mercado turco. Desde Turquía exportamos acero, productos químicos, maquinaria y utensilios de cocina a Panamá.

Turkish Airlines ya contribuye al posicionamiento de Panamá como hub aéreo. En el ámbito portuario, existen oportunidades claras y en el pasado hubo interés de empresas turcas. Además, este año firmamos un acuerdo de cooperación entre las autoridades marítimas de ambos países, cuyos resultados se verán próximamente.

Desde 1923 hemos preservado la paz y la estabilidad interna, a pesar de estar rodeados de regiones en conflicto. Nuestra prioridad es el diálogo. Desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, Turquía ha impulsado conversaciones, facilitado intercambios de prisioneros y, junto con la ONU, promovió el corredor de granos para evitar una crisis alimentaria global.

Contamos con una Dirección General dedicada exclusivamente a la mediación. Actuamos de forma transparente y contamos con la confianza de las partes en conflicto, ya sea en África, los Balcanes o Asia. La diplomacia es nuestra principal herramienta.

Turquía es el segundo mayor exportador de series de televisión del mundo. En América Latina se creó una conexión especial porque compartimos valores familiares y dinámicas sociales similares. Las historias reflejan la vida real y generan identificación.

Sí. Durante la visita de Arianne Benedetti a Turquía, presentamos un borrador de cooperación para coproducciones con Panamá. También existen acuerdos entre televisoras de ambos países y esperamos ver resultados pronto.

Creemos firmemente en el diálogo. El uso de la fuerza no es una solución. Como decimos en Turquía, en la guerra no hay ganadores y la paz no deja perdedores. Además, defendemos soluciones regionales para problemas regionales.

Durante la presentación de credenciales expresé mi intención de activar todos los mecanismos de cooperación. Tenemos buenas relaciones, pero el potencial debe convertirse en realidad. Ambas embajadas trabajan estrechamente para fortalecer los vínculos.

Las mujeres tienen derechos políticos en Turquía desde los años treinta. Hoy, el 35% de nuestro personal diplomático son mujeres. En América Latina contamos con numerosas embajadoras turcas, lo que refleja el compromiso del país con el empoderamiento femenino.

Ningún país puede enfrentar solo desafíos como la migración, el cambio climático o el crimen organizado. La diplomacia y la cooperación internacional deben ser siempre la prioridad.