El arquitecto de la transición

Actualizado
  • 30/05/2014 02:00
Creado
  • 30/05/2014 02:00
Álvaro Alemán, designado ministro de la Presidencia del próximo gabinete de Juan Carlos Varela, marca el camino hacia un nuevo gobierno

El gobierno de Juan Carlos Varela empieza, antes siquiera de tomar posesión, con los fundamentos éticos que dejó establecidos en la campaña. El equipo de trabajo, aún incompleto, debe pasar por la consulta y aprobación de los más estrechos colaboradores del presidente electo antes de tomar ninguna decisión o anuncio. No hay ‘círculo cero’, sino un mandato expreso del pueblo de atender los intereses de todos los panameños, por encima de agendas particulares o repartos políticos. No hay prisa si es para elegir a los mejores, por su trayectoria personal y su capacidad profesional. Aun así, durante la primera semana de junio esperan tener el equipo de catorce hombres y mujeres con los que gobernará el panameñismo durante los próximos cinco años.

Eso asegura a La Estrella de Panamá Álvaro Alemán, encargado de dirigir la transición en estos casi treinta días desde que ganaron las elecciones contra todo pronóstico, o al menos no el que marcaban las encuestas, hasta la única y definitiva consulta final.

VOCACIÓN DE SERVICIO

‘Buscamos gente sin cuestionamientos. El que quiera hacer negocios, que se quede en su oficina, que no venga al gobierno pensando que va a ganar algo más que la satisfacción del servicio público’, apuntó Alemán, él mismo ‘reincidente’, con dos puestos anteriores en la administración, como director de la DGI (1993-1994) y vicecanciller (2009-2012), siempre con el panameñismo, del que es militante desde joven y por familia.

El mensaje que recogen de las urnas es claro, ‘el pueblo se hastió de los escándalos que salpicaron a este gobierno, que en materia de transparencia deja mucho que desear’.

Prometen un gobierno de acuerdos y aseguran que cumplirán la ley de acceso a la información, con las excepciones que dicten las materias de seguridad del Estado, porque ‘todos los panameños tienen derecho a saber cómo se gestiona el país y cómo se adminstra su patrimonio’.

TRANSPARENCIA

Alemán destacó la importante incorporación al equipo de Isabel Saint Malo, vicepresidenta electa y próxima canciller, que aporta una visión independiente de la gestión administrativa.

El nuevo gobierno aspira a una representación internacional profesional en embajadas y consulados, con la colaboración de diplomáticos de carrera, sin desatender la importancia política de algunas legaciones. Además, esperan introducir a los procedimientos consulares mecanismos que aseguren la transparencia de los trámites marítimos, una importante fuente de ingresos para el Estado. No son cambios que ocurran de la noche a la mañana, reconoció, pero son metas ya marcadas del nuevo gobierno.

En la Cancillería se gestarán también los acuerdos bilaterales con los que se favorecerá el crecimiento del país con la asociación de los mejores. Aquellos países que hayan probado con ejemplos de éxito su desarrollo sostenido. Singapur, en gobierno nacional, y Medellín, entre las experiencias locales, detalló Alemán.

Entre las prioridades de gestión mencionó el tratamiento de aguas, transporte público, recolección y separación de desechos y educación, la eterna asignatura pendiente sin cuya aprobación se limita el verdadero crecimiento del país. Es necesaria una revisión en profundidad, pero sin confrontación, declaró Alemán sobre la crisis educativa.

PRESIÓN POLÍTICA

En política fiscal, reconoce la significativa recaudación de impuestos durante la gestión de Cambio Democrático, gobierno que, por otra parte, ha sido el único en convertir las auditorías de la Autoridad Nacional de Ingresos, que ha dirigido Luis Cucalón, como herramienta de presión política. ‘La ley fiscal es clara, la información fiscal es confidencial y en este gobierno, por primera vez, hemos visto cómo un funcionario público anunciaba por Twitter una auditoría’, denunció.

Panamá, aseguró, es uno de los pocos países que puede acabar con la pobreza extrema, en cumplimiento de los Retos del Milenio, con una disciplina fiscal rigurosa y buen uso de los recursos del Estado.

El Canal de Panamá, apuntó, es un ejemplo de lo que podemos hacer bien.

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