Ampliación del Canal con nombre de mujer

Actualizado
  • 16/06/2013 02:00
Creado
  • 16/06/2013 02:00
El día había empezado con una pertinaz llovizna y un cielo gris presagio de una jornada sin sol. Pero por la misma razón era un día fres...

El día había empezado con una pertinaz llovizna y un cielo gris presagio de una jornada sin sol. Pero por la misma razón era un día fresco, perfecto para una visita a la ampliación de la vía interoceánica para conocer de cerca a la mujer con el cargo más alto en la Autoridad del Canal de Panamá (ACP): la vicepresidenta ejecutiva de Ingeniería y Administración de Programas, división encargada de la ampliación, megaobra que permitirá adecuar este servicio a las demandas cada vez más exigentes de la navegación comercial.

Después de una corta espera en las oficinas principales de la ACP, fuimos trasladados en un vehículo oficial que, al parecer como una costumbre en esa institución, se desplazaba a velocidad temeraria para llegar a tiempo a Cocolí, donde haríamos unas tomas fotográficas con nuestra entrevistada. Afortunadamente la lluvia había cedido y un pálido resplandor se abría paso entre los negros nubarrones.

Vestida con un jean azul, una camisa crema de manga corta y botas de trabajo, la ingeniera marina se acerca sonriente y nos saluda con un apretón de manos breve pero firme. Pequeña de estatura pero con gran fortaleza y una fe inquebrantable en el dios de sus creencias, combinación que, a su juicio, la ha ayudado a llegar donde está, Ilya Espino de Marotta, actual responsable del proyecto de ampliación del Canal de Panamá, es la primera en ocupar un puesto al que ninguna mujer había llegado no solamente en Panamá sino también en el mundo, toda vez que ningún canal ha sido ampliado en semejante magnitud.

En una mano lleva el casco de protección obligado para permanecer en las obras, que en el caso de ella, a diferencia de los blancos que nos dan a los visitantes, es rosado, lo que demuestra que a pesar de realizar un trabajo hasta ahora exclusivo para varones no hay por qué perder la feminidad. ‘Yo no me voy a convertir en un hombre por estar rodeada de hombres, sigo siendo mujer, y comportándome como mujer. Es importante tener balance para manejarse en este mundo, una tiene que tener carácter, decisión y demostrar sus habilidades, pero siempre manteniendo su parte femenina’, diría Ilya más tarde.

Frente a la imponente obra de construcción del tercer juego de esclusas en el área del Pacífico, desde el mirador de Cocolí, la ingeniera nos explicó los avances del trabajo en todos sus componentes y nos mostró parte del área bajo su responsabilidad —la otra parte está en el Atlántico— donde desde el año 2007 una fuerza laboral de hasta 30 mil personas hacen posible el sueño de un país.

SU LLEGADA AL PUESTO

En el segundo piso del blo que 739 de las instalaciones de la ACP en Corozal se encuentra el estado mayor de Ilya. Llega antes que nosotros y la sorprendemos sentada detrás de su escritorio, cambiándose las botas y las medias a rayas de colores por coquetas bailarinas de punteras doradas, que le permiten comodidad sin perder elegancia. Rodeada de óleos sobre los trabajos de ampliación accede a sentarse en un amplio sofá de cuero chocolate iluminado por la ya clara luz del día donde empieza a desgranar sus recuerdos. Su formación, sus inicios en el Canal, su familia, sus luchas, sus logros y sus sueños, con franqueza y sin prisas, dueña de sí misma, habla de todo.

Con un apoyo del 200 por ciento, según sus propias palabras, tanto del equipo humano con el que trabaja como de las empresas contratistas de la ampliación, De Marotta llegó al puesto en reemplazo de Jorge Quijano, actual administrador del Canal, en octubre de 2012. Aunque ya estuvo interinamente a partir de junio del mismo año en el cargo, una gran emoción la embargó cuando Quijano la nominó como su reemplazo, sentimiento al que se sumó no precisamente miedo sino algo de ansiedad por tratarse de algo más grande y de mayor responsabilidad.

Esa nueva responsabilidad le ha conferido a Ilya un sentido de humildad que deviene de la necesidad de estar en contacto con todos, escucharlos, rodearse de personas con conocimiento que la apoyen y que estén dispuestos a trabajar con ella. ‘Lo más importante es saber que no se depende de una persona, que lo que estoy haciendo es guiando a un grupo de compañeros y trabajadores que estamos juntos en esto y no perder de vista que aunque uno tiene el liderazgo debe demostrarlo primero, sentirse cómoda con el puesto y contar con los demás’, advierte esta profesional.

Ilya estudió en el Colegio Alberto Einstein de la capital panameña. Allí aprendió francés que por falta de práctica ha perdido un poco y domina fluidamente el inglés. Se tituló como ingeniera marina en la Universidad de Texas A&M en Galveston, Estados Unidos, tiene una maestría en Ingeniería Económica de la Universidad Santa María La Antigua (USMA) y está certificada como administradora profesional de proyectos por el Project Management Institute. Ha complementado estos estudios con seminarios profesionales en diferentes campos del área gerencial.

Inició su carrera profesional en el Canal de Panamá en 1985 en el astillero de reparación en el dique seco de Colón, trabajó en la División de Dragado, en la División de Ingeniería, en contabilidad como ingeniera de avalúos y también participó en el desarrollo de la propuesta de ampliación que se llevó a referendo. Desde 2007 hasta agosto de 2012 fue gerente ejecutiva de la División de Planificación de Recursos y Control de Proyectos y de allí llegó al puesto que ocupa actualmente.

Hoy la ingeniera de Marotta es responsable de los diseños, los presupuestos y las especificaciones técnicas de todas las construcciones mayores, servicios públicos, dragados y programas de protección de las riberas del Canal; las especificaciones de compra de equipos y maquinaria para esclusas, presas y vertederos; las especificaciones de desempeño para contratos de diseño y construcción; las especificaciones de compra para equipos flotantes y todos los estudios de ingeniería a corto plazo, o mejoras y mantenimiento de proyectos existentes.

También es responsable del mantenimiento de mapas topográficos e hidrográficos de los cauces de navegación, fondeaderos y parte de los puertos, la localización y reubicación de calles, servicios públicos, tuberías y barriadas aledañas; del programa de seguimiento y verificación de los proyectos de dragado; el programa de control de deslizamientos en el Corte Cu lebra; el programa de seguridad de represas, los vertederos y represas auxiliares; del programa de vulnerabilidad sísmica y brinda apoyo técnico al programa de protección del Canal. Y como vicepresidenta ejecutiva de Ingeniería y Administración de Programas tiene la responsabilidad histórica de velar por el desarrollo de la ampliación y de todos los proyectos conexos de acuerdo con los estándares establecidos.

DE RETO EN RETO

Sin llegar a la soberbia, Ilya es tan segura de sí misma que no cree que haya reto que sea invencible, para ella no hay nada que con arduo trabajo y el apoyo de un equipo humano no se pueda lograr. Reconoce, sin embargo, que el mayor desafío que ha tenido al aceptar ponerse a la cabeza de la ampliación ha sido mantenerse al tanto de todas las áreas de proyecto simultáneamente. ‘Es lo más difícil, porque antes nada más tenía que ver una parte y ahora tengo que verlo todo’, asegura.

Su melena oscura y lacia se sacude con una carcajada espontánea al reconocer que se considera exitosa profesionalmente porque ha trabajado mucho para alcanzar sus metas, empezando desde abajo y esforzándose continuamente. ‘No le tengo miedo a los retos, pienso que eso ha sido lo que me ha llevado hasta donde estoy y que cada vez que se me presentaba una oportunidad diferente no dudaba, sino que tomaba el riesgo con el compromiso de ser exitosa’, dice y recuerda con emoción contenida cuando el año 2002 fue llamada por el entonces subadministrador de la ACP, Ricaurte Vázquez, para invitarla a participar en el equipo que iba a desarrollar la propuesta de la ampliación y ella sin dudar ni pensarlo siquiera, aceptó.

Tampoco la acobardó el hecho de tener que trabajar con un personal integrado en su mayoría por varones porque desde la universidad estaba acostumbrada a los equipos mixtos y ya en el campo laboral se desarrolló también en un ambiente masculino. A Ilya le parece curioso el hecho de que a los hombres les sorprende encontrar una mujer en el puesto en que se encuentra y que tengan reservas respecto a que una mujer casada y con hijos, es decir con responsabilidades domésticas, pueda llevar la batuta en la ampliación del Canal, pero para ella es muy natural hacerlo y hacerlo bien.

‘Es un reto enorme y tengo un compromiso con el proyecto, con el país y con el canal, esto es trascendental, igual a cuando construimos el canal originalmente, es un peso que llevo en mis hombros pero creo que lo puedo cargar’, concluye.

SU FORTALEZA Y SU CRUZ

Como todo ser humano Ilya de Marotta tiene una cruz que cargar.

Para ella, mujer creyente cien por ciento en dios, se le presentó en forma de la más temible de las enfermedades: el cáncer. Y por partida doble. Ilya habla de esta experiencia sin drama pero con la seriedad que se le debe conceder. Casada con Peter, estadounidense de nacimiento y también empleado de la ACP, hace 23 años, Ilya tiene 3 hijos: Marco de 22, Peter de 19 y Andrea de 17.

Consciente de que su dios le manda pruebas a todos, ella oraba para que sea cualquiera menos una que tenga que ver con sus hijos porque no creía poder superarla. ‘Y esa fue la que me mandaron’, cuenta recordando ese octubre del año 2010 cuando por la enfermedad primero de su esposo y casi simultáneamente de su hijo Peter, estuvo fuera de la ACP y fuera del país durante unos 7 meses en un periodo de 12. Sin embargo, a pesar de la oposición de sus compañeros por consideración a su situación familiar, durante todo ese tiempo se mantuvo en contacto con el proyecto. ‘Ese año fue difícil, de muchísimo aprendizaje personal y profesionalmente. El apoyo de mis compañeros de trabajo fue algo inesperado, ahí uno se da cuenta de cuánto lo quieren’, dice aligerando con una carcajada la tensión que creó momentáneamente su relato.

Y hoy con la esperanza de haber superado los malos momentos de los que salió fortalecida, la ingeniera de la ampliación se dedica por igual a su trabajo y a su familia. A pesar de las exigencias del trabajo, se las ingenia para regresar temprano a casa, salir a hacer ejercicios con su esposo todos los días, cenar en familia e ir los fines de semana a la playa también en familia; es decir, cumplir como profesional, como madre y como esposa. Para Ilya es importante interactuar con sus hijos, así tenga que obligarlos a veces a participar del paseo semanal. A ellos, sus hijos, quisiera dejarles un mundo libre de drogas, un país donde se hayan recuperado los valores perdidos y donde se respeten tanto los derechos de los ciudadanos como sus deberes.

Esta mujer que no le teme a la muerte, que tiene como libro de cabecera la Biblia, y que en cambio tiene miedo a perder el contacto con dios, es el impulso detrás de la ampliación del Canal de Panamá. Es David dominando a Goliat: una pequeña mujer al frente de una obra monumental, una naturaleza despiadada y una carrera contra el tiempo.

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