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- 20/03/2022 00:00
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La palabra cartografía, cuya etimología proviene del griego khares quiere decir mapa y graphein que significa escrito, es la disciplina que elabora y estudia los mapas. Al hablar de cartografía social nos referimos a un método de elaboración de mapas desde un enfoque participativo, colectivo y comunitario.
La utilización de la cartografía social como método, promueve la participación, dado que prioriza a la comunidad y la colectividad en la elaboración de los mapas permitiendo a la comunidad una aproximación a su geografía, historia, cultura y compresión de los conflictos subyacentes en el territorio. Con base en el axioma de que “quienes viven en un lugar son quienes mejor lo conocen” y en ese conocimiento cimentar los procesos de consulta y planificación, la cartografía social propone una forma distinta de elaboración de los mapas basada en lo cotidiano y experiencia de la comunidad.
El uso de este método varía desde el ámbito científico-académico, siendo un aporte proveniente de la etnología y la antropología utilizado para lo que se denominó “descripción densa de la realidad” (Geertz, 1992). También, implementado recientemente en diferentes disciplinas de las ciencias sociales para investigación e intervenciones a nivel comunitario, siendo útil para conocer los imaginarios en torno al territorio de un sujeto, grupo o comunidad, sus usos, además de los sentidos que puede tener un territorio para la comunidad, en cuanto a sus medios de vida, lo sagrado, lo cultural e identitario.
Este método ha sido implementado en la fase de diagnóstico de los procesos de planificación comunitaria en el marco de los proyectos de desarrollo que tienen intervención en un determinado territorio, dado que involucra construcción de infraestructura, impactos ambientales e implicaciones sobre los medios de vida y el cotidiano de la comunidad: a manera de construcción de megaproyectos de interés público y el desenvolvimiento de infraestructura. Ejemplos de ello, redes de suministro y almacenamiento de agua, escuelas y centros de salud, caminos de acceso de producción, etc., dirigidos a garantizar servicios básicos y derechos sociales de las comunidades que habitan distintos territorios.
En los proyectos de desarrollo que por su envergadura generan impactos ambientales y sociales en los territorios, este método permite sistematizar e integrar la identificación de la comunidad en los impactos sobre el territorio y sus medios de vida, lo que permite desde los procesos de consulta y diagnóstica de la planificación, entablar un diálogo horizontal entre una visión científico-técnica y comunitaria del territorio.
Dicho diálogo implica un largo proceso de participación comunitaria que puede involucrar desaciertos y contradicciones, siendo un proceso de mutuo aprendizaje, que tiene como objetivo integrar a la comunidad a la planificación del desarrollo de su territorio, elemento que introduce legitimidad a los procesos de consulta comunitaria e involucramiento de la comunidad en la sostenibilidad de los proyectos, en su funcionamiento, mantenimiento y ampliación, así como también en las medidas de manejo ambiental articuladas a los proyectos.
La utilización de la cartografía social requiere un cambio de la racionalidad tecnocrática donde los mapas y los diagnósticos para la planificación del territorio se crean y recrean colectivamente; donde los saberes, las reflexiones y aspiraciones de la comunidad sean integradas formalmente a la planificación del desarrollo del territorio. No es una planificación centralizada y tecnocrática, es una planificación desde la comunidad, desde lo local, de abajo hacia arriba y democrática, con la participación de la comunidad y sus grupos; infantes, mujeres, jóvenes, adultos mayores, artesanos, botánicos, cazadores, etc., integrantes de las distintas visiones de mundo.
Para la realización de los talleres de cartografía social, los insumos como los mapas e imágenes impresas y/o dibujadas son indispensables. Se privilegia a su vez el lenguaje visual para todo el desenvolvimiento de los talleres de trabajo, dado que facilita la interacción entre los técnicos y la comunidad, por ser un lenguaje de mayor alcance que el oral.
Más aún, lo expresado visualmente puede ser interpretado y reinterpretado por la mayoría de los que interactúan en el proceso y permite a su vez el aporte de otros signos visuales por parte de los participantes de la comunidad, lo que contribuye a una mayor densidad descriptiva del territorio, como también, más vaciamiento de datos e información sobre los mapas.
Las preguntas sencillas, pero enfáticas sobre la espacialidad expresa en los mapas, privilegia el uso del adverbio interrogativo; ¿Dónde?, vinculado a las actividades de lo cotidiano de la comunidad, ¿Dónde siembran? ¿Dónde cazan? ¿Dónde están los lugares sagrados? ¿Dónde están los lugares de esparcimiento? En este ejercicio se pueden transversalizar otros elementos con los cuales interactúa cotidianamente la comunidad, como servicios básicos, la fauna, las infraestructuras de uso administrativo o comunitario, áreas del territorio regularmente afectadas por catástrofes naturales etc., Por otro lado, las distintas temporalidades del territorio que yacen en la memoria colectiva de la comunidad, pueden también ser plasmadas en los mapas.
Por otra parte, durante la interacción con la comunidad mediante la construcción colectiva de los mapas, se identifican actores clave, liderazgos y conocedores sobre cuestiones específicas como la memoria del territorio, usos dados en el pasado a espacios del territorio, lugares de culto o tradición. Lo que permite trazar sobre los mapas espacios de importancia cultural y tradicional, que tienen que ser conservados o restaurados por pertenecer a la identidad y memoria colectiva de la comunidad.
Para concluir, la cartografía social invita a la creatividad para su utilización en diversos contextos sociales como parte complementaria de los diagnósticos para la planificación y desarrollo del territorio. La incorporación de innovaciones tecnológicas, como son el sistema de información geográfico (SIG), el sistema de posicionamiento global (GPS) y software como ArcGIS, Surfer, entre otros, abren una gama de posibilidades para recopilar y sistematizar la información producida durante los procesos de participación comunitaria y talleres de cartografía social que permiten pensar y repensar los territorios.
Pensamiento Social (Pesoc) está conformado por un grupo de profesionales de las ciencias sociales que, a través de sus aportes, buscan impulsar y satisfacer necesidades en el conocimiento de estas disciplinas.
Su propósito es presentar a la población temas de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.
El autor es sociólogo. Docente e investigador de la Universidad de Panamá