'Que aprendan a decir no quiero esto en mi vida'

En un mundo donde cada vez más estados están legalizando ciertas drogas y las películas glamurizan tanto el consumo como la venta, ¿cómo se le dice al menor que no consuma?.

Lo diferente es la temática. El lenguaje es especialmente para jóvenes. Para que aprendan a decir no, no quiero las drogas en mi vida. No quiero eso en mi mundo. No se enfoca en decir 'no consumas' sino que el joven puede tomar la decisión por sí mismo. Porque cuando se lo van a ofrecer no van a estar los papás, sino que el joven va a tener que decidir por su cuenta. Lo que nosotros hacemos es que preparamos y educamos para que el joven pueda tomar la decisión bajo su propio criterio.

Nuestra esfera no es la rehabilitación. Sino la prevención. Está probado que es muy difícil el proceso de rehabilitación. Nuestra idea es evitar que los jóvenes lleguen al consumo y a la etapa final de adicción. Las estadísticas muestran que son muy pocos los que de verdad logran salir de la adicción, especialmente de drogas más fuertes como heroína y opioides. Nosotros trabajamos con jóvenes de 10 a 20 años. Si logramos que ellos no consuman logramos salvar a esa persona, estamos garantizando que no entre en el ciclo. Porque la mayoría de las personas que quedan adictas entraron a consumir antes de los 20 años, aunque depende de la región, etnia, etc. Por ejemplo, en los países árabes, las medias son radicales para los que venden drogas, por eso la problemática de consumo es diferente a Colombia, por ejemplo. Incluso dentro de un país es diferente en cada región.

Vamos a las escuelas. Con niños de 10 a 13 años trabajamos en la prevención del consumo de alcohol y tabaco. En las siguientes etapas trabajamos después previniendo el consumo de marihuana, dependiendo de la región donde estemos. También trabajamos con educadores vía online o les entregamos guía física, también con padres de familia porque muchos no saben cómo abordar ese tema. Trabajamos con las fuerzas policiales porque ellos son multiplicadores con la comunidad. Hacemos campañas en conciertos masivos, ferias internacionales, material, campañas en redes sociales e internet.

Nos estamos reuniendo con diferentes ministerios, con la Alcaldía de Panamá. Con la de San Miguelito ya se firmó un convencio para implementar. Y como van a abrir el viceministerio social en el Ministerio de Seguridad, que tiene que ver con proyectos de prevención, esperamos apoyarlos a ellos también. Hay áreas en San Miguelito donde desde los 7 u 8 años están empezando a consumir. Para la fundación, Panamá es un país estratégico

Es que aunque el joven la tenga a su alrededor, él tome la decisión de decir 'no quiero eso en mi vida'. Que vea ejemplos de vida que le hagan decidir si quiere eso o no en su vida. Que vean que si lo hacen, tiene consecuencias. Es una campaña muy directa. El joven toma la decisión. Ese el momento importante, cuando el chico o chica dice sí o no. A veces ni la mamá sabe que está consumiendo. Que lo hagan con información real y no solo con la que le dan los que la venden o la que consiguen por internet.

No, la Fundación va a entregar material y apoyar a través de acuerdos.

Es un punto de vista muy liberal. Aquí se da mucho que mandan a los chicos a comprar cerveza y de pago le dan una o dos. Y muchos inician así. Yo conozco una mamá que daba a su hijo marihuana 'casera' pero quizás ella no sabía a ciencia cierta lo que le estaba dando. Si todos están educados todos tenemos un mismo acuerdo de qué es la droga y cómo afecta la vida, sería otra cosa.

No asumimos posiciones políticas pero definitivamente que sea legal le quita un poco la idea a las personas de sus efectos dañinos. Al final, que sea legal o ilegal ya da igual, porque es una dependencia de algo.