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- 08/02/2011 20:10
- 08/02/2011 20:10
La discusión del proyecto 277 que reforma el Código Minero tiene el ambiente encendido en Panamá. Las protestas parecen un cáncer que comienza a acaparar todo el cuerpo. La consigna es que el Gobierno va a destruir el ambiente y los recursos de las comunidades.
Hoy, martes, los enfrentamientos tuvieron varios escenarios: la Universidad de Panamá y la Asamblea Nacional. En el primer lugar hubo fuertes enfrentamientos con las unidades del control del multitudes de la Policía Nacional por el cierre de la vía Transístmica y el descomunal tranque.
En horas de la tarde, las pasiones parecían desbordarse en los predios del palacio legislativo, ya que los obreros de la construcción al remecer la cerca lateral de la Asamblea Nacional la doblaron. Casi la tiran abajo en reclamos al impedimento de entrada a las gradas para apreciar el segundo debate. Desde afuera gritaban toda clase de consiganas contra los diputados: "ladrones", "corruptos", "ahí están, esos son, los que venden la nación".
Inmediatamente, los antimotines llegaron al lugar y los obreros huyeron, pero no abandonaron la protesta los indígenas, los ambientalistas, estudiantes y demás manifestantes que están desde ayer lunes dándole una antesala de rechazo al segundo debate del polémico proyecto gubernamental.
Las unidades antimotines se replegaron para impedir la penetración de personas por la cerca de la Asamblea, incluso minutos antes los agentes de la seguridad interna habían acudido armados con gases pimienta, pero no lo llegaron a utilizar.
"Estamos fuera de la Asamblea, nos han tirado los antimotines para impedir nuestra entrada. Debería venir más gente para demostrar que ante la represión, más participación", publicó en su Facebook la ambientalista Raisa Banfield desde su blackberry.
En una propaganda televisiva pagada por el Gobierno Nacional, aparece el ministro de Comercio e Industrias, Roberto Henríquez, quien sufrió un paro cardíaco en las consultas del Código Minero, diciendo que los cambios que se proponen son para que "la minería aporte más a las comunidades, a los municipios y al Estado para que actúe con responsabilidad frente al medio ambiente y para detener la minería ilegal".
"No es cierto que estos cambios son para desarrollar Cerro Colorado ni ningún otro yacimiento, porque si quisiéramos explotar Cerro Colorado no necesitamos cambiar el código de 1964", explica el ministro.
Alega que si se actualiza el código que tiene 50 años "todos ganamos y sino la minería seguirá igual como hasta ahora con menos aportes y menos controles y todos perderemos".
Protestas en la Asamblea
En el interior de la Repúblicaa ayer hubo enfrentamientos de grupos indígenas y los antimotines, que se manifestaban en contra del documento que pasó su primer debate el pasado martes 1 de febrero.
Los integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) y grupos estudiantiles como el FER 29 y el Bloque Popular Univesitario gritaban ayer al igual que hoy consignas contra los diputados en las afueras del palacio legislativo dentro de la convocatoria a protestas de grupos ambientales que se oponen al proyecto 277.
El presidente encargado del Legislativo, Manuel Cohen, había dicho que cumplirán con el trabajo "sin temor y sin tembladera".
Hoy, Dana Castañeda, la vicepresidenta encargada, ha impedido el acceso de las personas al hemiciclo e incluso ha intensificado las medidas de seguridad ante la tensión.
Las críticas no paran de llover. El diputado Leandro Ávila adujo que José Muñoz, presidente del Legislativo, se jactaba de decir que su administración era de "puertas abiertas", pero impide a los panameños entrar a participar del debate.
La diputada Crecencia Prado, de la Comarca Ngäbe-Buglé, dijo ayer en el pleno que el ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, "está sediento de sangre".
"Yo quisiera saber ¿Cuántos decomisos van a hacer esa Policía por el área de la costa donde se está traficando droga?", se pregunta la opositora.
"Uno sabe cómo comienzan las cosas, pero no sabe cómo terminan", dijo el diputado Elías Castillo, presidente del Parlamento Latinoamericano (Parlatino).
Los ambientalistas denuncian que la minería metálica a cielo abierto es la actividad de mayor riesgo ambiental y de salud pública en los próximos años.
El gobierno panameño sostiene que las reformas buscan facilitar el acceso a capitales o fuentes de financiamiento, incrementar las regalías percibidas por las concesiones e introducir normas ambientales a una legislación que data de 1963.
La Asamblea aprobó ayer lunes, sesión permanente con 41 votos a favor del oficialismo y 13 en contra de la oposición y los diputados oradores están refiriéndose al proyecto.
Retroceder ¿es debilidad?
El analista político Mario Rognoni considera que si el Gobierno de Ricardo Martinelli retrocede ante las protestas para una discusión más amplia no perdería nada. "Lo que ellos deben estar evaluando es la necesidad o no de hacerlo, ya que hasta este momento no se está dando una verdadera discusión que enriquezca la reforma al código".
Rognoni sostiene que si la discusión fuera sobre los temas que tienen que modificarse y lo que tiene que incluir la modificación "el Gobierno debería ceder", pero indica que si impera el absurdo que no exista minería, cuando ya hay, "el Gobierno no gana cediendo".