El barrio de Chualluma en Bolivia, es único en la ciudad de La Paz ya que todas sus paredes están pintadas de colores que resaltan los rostros de las cholas,...
- 09/12/2009 01:00
- 09/12/2009 01:00
PANAMÁ. Contrario a lo señalado por el ministro de Gobierno y Justicia, José Raúl Mulino, en cuanto al control y seguridad que se ha logrado en las calles, las estadísticas indican la delincuencia en el país sigue en aumento.
Las cifras que maneja la Dirección de Investigación Judicial (DIJ) hasta el mes de noviembre revelan que se registraron 126 homicidios más de los que hubo en todo el año pasado. En 2008, hubo 573 asesinatos; la cifra en el año en curso indica que el aumento ronda el 19%.
De los 699 homicidios contabilizados en once meses del 2009, 641 corresponden al sexo masculino y 58 al femenino.
Si a estos números le agregáramos lo sucedido en la primera semana de diciembre, habría 709 homicidios en Panamá, un escalofriante promedio de al menos dos muertes violentas cada día, o lo que es lo mismo, que cada doce horas ocurre un asesinato en territorrio nacional.
Para el dirigente chorrillero, Héctor Ávila, la seguridad tiene que ser integral, y la aplicación de la ley una fórmula efectiva para reprimir la violencia.
Ávila, quien ha sido víctima de atentados por su posición contra las pandillas que pululan en el corregimiento de El Chorrillo, cree que se ha legislado para contrarrestar la ola de asesinatos al aumentar las penas por delitos violentos, pero admite que algo ha estado ausente de la política de seguridad.
“Hay que actuar con carácter y con firmeza. Con el crimen organizado no hay que negociar, hay que combatirlo”, apuntó el veterano dirigente.
Por su parte, el director de la Policía Nacional, Gustavo Pérez, dice no estar satisfecho con los índices delictivos.
“Hay que bajarlo lo más posible”, dijo, solicitando a la vez el apoyo de la ciudadanía, la empresa privada y de los medios de comunicación para que denuncien los hechos delictivos en las comunidades.
Los estamentos de seguridad preparan un proyecto que busca contrarrestar las nuevas modalidades para cometer homicidios como los encargos mediante el uso de motocicletas y mejorar el reglamento de uso de armas de fuego. La coordinación durante los operativos con los diferentes estamentos de seguridad contará nuevas tácticas.
“Sabemos lo que hay que hacer y lo vamos a hacer, y vamos a darle a la ciudadanía 100% de garantía y seguridad”, señaló Pérez.
Los fines de semanas también se han convertido en días donde la violencia parece imperar con más fuerza.
Casi 300 asesinatos se han producido entre el viernes y la madrugada de cada lunes, cuando se cierra el ciclo estadístico.
La mayoría de los casos tienen un patrón que parece ser común. La víctima se encuentra en un matorral alejado de la ciudad, generalmente, un paraje poco transitado.
Algunos casos, como el hallazgo de un cuerpo en Quebrada Ancha con evidentes señales de tortura, previa al asesinato, indican que existe una especie de “sicariato” que se constituye paulatinamente.
En los últimos días, los retenes policiales se han hecho más férreos.