El Gobierno del presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha dado pasos positivos pero insuficientes para estabilizar las métricas fiscales de Panamá.

- 11/09/2025 00:00
Mientras la democracia global enfrenta su declive más prolongado en casi cinco décadas, Panamá emerge como un caso atípico en las Américas.
Sus indicadores democráticos muestran un crecimiento constante, en contraste con el retroceso que afecta a la mayoría de los países de la región.
Según el informe El Estado Global de la Democracia 2025: La democracia en movimiento, de IDEA Internacional, por noveno año consecutivo, más países registraron descensos democráticos que mejoras.
Este ciclo de debilitamiento, que afecta a más de la mitad de las 173 naciones evaluadas en 2024, resalta la singularidad del avance panameño.
En este contexto adverso, Panamá se proyecta como una democracia resiliente.
Los datos del Índice Global de la Democracia muestran avances en las cuatro dimensiones evaluadas en 2024:
Estos números colocan al país en una franja media-alta y lo diferencian en una región donde predominan los retrocesos. No obstante, persisten desafíos en materia de justicia, igualdad y calidad institucional.
El informe revela que las Américas están lejos de ser inmunes al declive democrático.
Durante los últimos cinco años, las Américas han visto más deterioros que avances en la democracia, y la mayoría de estos retrocesos se concentra en la Representación.
Países como El Salvador, Haití y Nicaragua son ejemplos alarmantes de este declive, donde la representación democrática se ha visto afectada por el “retroceso y el colapso estatal”.
Este retroceso se siente con fuerza en las Américas, con seis países afectados. El Salvador, Nicaragua y Perú son casos particularmente preocupantes, con El Salvador y Nicaragua registrando dos de las mayores caídas en la región.
“La democracia se enfrenta a una tormenta perfecta de resurgimiento autocrático y una profunda incertidumbre debido a los enormes cambios sociales y económicos”, declaró Kevin Casas-Zamora, secretario general de IDEA Internacional.
“Para contraatacar, las democracias necesitan proteger elementos clave de la democracia, como las elecciones y el Estado de derecho, pero también reformar profundamente el gobierno para que brinde equidad, inclusión y prosperidad compartida”, agregó.
La persistente violencia e intimidación contra periodistas en Perú han contribuido a su descenso en esta medida, lo que representa una grave amenaza para la rendición de cuentas pública y la participación ciudadana.
En tanto, Estados Unidos mantiene indicadores sólidos en 2024, con puntajes altos en participación (0.864, puesto 6) y derechos (0.715, puesto 32). Sin embargo, el Democracy Tracker alerta que, entre enero y junio de 2025, se registraron 20 alertas de erosión democrática, el doble que en los dos años anteriores.
Las preocupaciones se centran en:
Restricciones al derecho a la protesta y a la libertad académica.
Cuestionamientos a elecciones certificadas.
Limitaciones de acceso de la prensa al Ejecutivo.
Órdenes ejecutivas que reconfiguran el servicio civil y la política migratoria.
Casos de desobediencia a fallos judiciales, con riesgo de crisis constitucional.
A escala global, el informe evidencia que el Estado de derecho es el componente más debilitado, con 71 países en niveles bajos y 32 retrocesos en 2024. La libertad de prensa, por su parte, se redujo en 43 naciones, el mayor descenso registrado en cinco décadas.
