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- 25/11/2011 01:00
COCLÉ. ‘Bandera panameña, juro a Dios y a la Patria amarte, respetarte y defenderte como símbolo sagrado de nuestra Nación’.
Este verso encierra un profundo mensaje que legó la educadora aguadulceña Ernestina Sucre Tapia convertido en el saludo nacional más expresivo e impregnado de nacionalismo que con fervor patriótico generaciones tras generaciones recitan ante nuestra enseña tricolor en todos los rincones del país.
Ayer en Aguadulce, familiares de la destacada educadora que rubricó con amor este hermoso mensaje, entregaron el documento original que poseían celosamente resguardado con la firma de su autora, para que repose en homenaje póstumo y como testimonio histórico en el Museo Regional Stella Sierra de esta ciudad.
Varios de los parientes, conocidos y lejanos, se reencontraron y otros de nuevas generaciones se reconocieron como parte del árbol genealógico de la extinta intelectual de la educación panameña.
En un acto sencillo, combinado entre el comité organizador encabezado por la también educadora y pariente Nivia Jiménez Sucre de Fernández, motivada por Sonia Maleck Sucre de Conh y funcionarios del Museo Regional del Instituto Nacional de Cultura, desarrollaron un programa cuyo énfasis principal consistió en la entrega del documento original por parte de Carlos Alberto Arango Sucre (nieto sobrino) en nombre de la familia de la educadora y poetisa coclesana.
Las palabras de agradecimiento de parte de los Sucre las pronunció Héctor Sucre, quien destacó el orgullo familiar y el nacionalismo de la educadora homenajeada in memoriam.
Además, la municipalidad hizo entrega de un pergamino de Honor al Mérito in memoriam de esta culta dama de Aguadulce.
Ella fue miembro fundadora del Movimiento de Muchachas Guías y Scouts de Panamá.
Nació un 24 de noviembre de 1822. Se graduó en la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena.
Este juramento era utilizado en el saludo a las banderas de Panamá y del movimiento guia mundial, pero en 1959 el gobierno de ese entonces lo adoptó mediante ley de la república.
Para Icela Márquez de Rojas, presidenta de la sección de Muchachas Guías de Penonomé —único lugar con presencia de esta agrupación en Coclé—, ‘hoy el pueblo de Aguadulce hace un homenaje justo a la Tía Ernestina, quien fue la creadora del Juramento a la Bandera’.
Al final de la significativa ceremonia, Márquez recibió complacida el interés de los presentes por impulsar en esta ciudad un capítulo de la Asociación de Muchachas Guías, que fue una de las pasiones de Ernestina Sucre Tapia.
‘Estoy muy orgullosa de haber tenido la idea de que el documento original pasara a este museo porque lo merecía’, dijo con entusiasmo Sonia Maleck Sucre de Conh, quien hace quince días coordinó con su prima Nivia Jiménez viuda de Fernández.
Sebastián Sucre, primo hermano de la autora del juramento, expresó que este homenaje póstumo ‘es histórico, ya que en toda la República de Panamá se recita este juramento’.
Por su parte, el diputado Noriel Salerno manifestó que homenajes como este deben continuar para seguir enalteciendo a panameños que han contribuido y contribuyen con el desarrollo, la educación, la historia y en otros muchos ámbitos de la vida nacional.