El día que el sabio alemán Albert Einstein visitó Panamá

Pocos días antes de la Navidad de 1930, el creador de la teoría de la relatividad atravesó el Istmo en un viaje rumbo a California donde dictaría varios cursos universitarios

Probablemente uno de los hombres no solo relevantes en el siglo XX, sino también famoso sería el físico Albert Einstein. Sus estudios y teorías revolucionaron el mundo entero. Y gran revuelo hubo en el Istmo al conocer que el afamado científico visitaría el país, aunque fuese por escasas horas. La visita se daría en ocasión de un viaje que desde Alemania Einstein emprendería hacia la ciudad de California.

Las primeras planas de los diarios locales darían fe de la importancia del evento. ‘Abordo del Bengenland llega hoy al Istmo el Dr. Einstein', se leía en La Estrella de Panamá el 23 de diciembre de 1930. ‘Será nuestro huésped hoy', anunciaba el Panamá América en la misma fecha. 'En Cristóbal será recibido por el Gobernador Galindo', una de las pocas informaciones que podía ser afirmada ya que al momento se desconocía si el ilustre visitante saldría del camarote de la embarcación.

"El eminente sabio probablemente estará una o dos horas en la capital, como huésped del Dr. Walter Th. Hinrichs, encargado de negocios de Alemania en nuestro país quien le ofrecerá una recepción en el Club Unión. El Bengenland saldrá de Balboa con rumbo a California a las 10 de la noche", informó La Estrella. La nota se extendería un poco más, ofreciendo referencias del motivo de su periplo.

"El profesor Einstein se dirige a California con el objeto de dictar un curso especial y demostrar su famosa teoría de la relatividad. Lo acompaña también el Dr. Walter Mayer, de la Universidad de Viena. En California visitará Einstein al doctor Robert A. Millikan , ganador del Premio Nobel de física en 1927, y presidente del Instituto de Tecnología de California.

El Dr. Einstein se dirigirá directamente a Pasadena, a solicitud de la Universidad de esa ciudad, donde tomará parte de la vida científica de las universidades norteamericanas. Posiblemente dicte en California varias conferencias".

Para la visita se habían organizado algunas actividades. "El Presidente Arosemena ha invitado al ilustre sabio germano a una recepción privada a la que asistirán unas veinte personas, entre ellos los miembros del Gabinete, el Doctor Einstein, su esposa, el Dr. Mayer y el encargado de negocios Hinrichs", aunque se hacía la salvedad de que si Einstein se ceñía al mismo programa que observó cuando el Bengenland estuvo haciendo una corta escala de tres días en Nueva York, era muy posible que no asistiera a las recepciones. En Nueva York, el científico pasó la mayor parte del tiempo a bordo del buque, y solo desembarcó para asistir a un almuerzo en su honor y para hablar por radio.

Sin embargo, los preparativos continuaron. "El Dr. Hinrichs se dirigió ayer a Cristóbal para recibir a Einstein. El Bengenland llegará a las 6 de la mañana y en el tránsito del Canal, el encargado de negocios alemán tratará de obtener que Einstein desembarque en esta ciudad", contó "La Decana".

El gran día llegó y, afortunadamente, Einstein no defraudaría a los panameños. El recuento completo se daría en la edición del 24 de diciembre, víspera de Navidad, con una foto grupal en la primera plana de La Estrella de Panamá.

"El profesor Albert Einstein pasó ayer dos horas en nuestra ciudad", decía el titular de la foto. Luego, ofrecía más detalles.

"Visitó al Presidente Arosemena, asistió a una recepción en su honor en el Club Unión, presenció la exhibición de natación en la Piscina de Balboa y fue a una comida en el Club Miramar". Nada mal para solo un par de horas en la ciudad de Panamá.

El epígrafe identificaba a los fotografiados. "Dr. Albert Einstein, con su señora esposa, en la visita que hizo ayer al Excmo. Señor Presidente de la República, don Florencio Harmodio Arosemena, Aparecen en el grupo con el Jefe de Estado y los ilustres huéspedes, varias altas personalidades del mundo oficial".

‘El presidente panameño y el físico alemán eran viejos conocidos. Ellos recibieron educación en las mismas aulas en Munich y en la Universidad de Zurich que enseñaba cálculo mecánico y geometría analítica'.

Efectivamente, Einstein recibió una serie de homenajes luego de llegar a bordo del vapor Bengenland, que arribó al muelle 6 de Balboa a las 4:30 de la tarde.

El Dr. Hinrichs, encargado de negocios de Alemania, lo recibiría en Cristóbal y tuvo una conferencia con él para arreglar los planes de los varios actos en su honor.

Sin embargo, Einstein aparece fotografiado en algunos comercios de la ciudad de Colón; el científico no perdió detalle alguno en su visita, aunque el tránsito por el Canal de Panamá lo haría en la embarcación que atracaría en el puerto de Balboa a las 4:30 de la tarde. Como una celebridad, fue aclamado por un numeroso público que allí se había congregado.

En el mismo momento del desembarco iniciarían los homenajes. El primero, por parte de la Cámara de Comercio en la figura de su presidente, Don Jorge Domingo Arias, quien le obsequió un sombrero Panamá.

"Donado por I. L. Maduro Jr., ese sombrero pesa solo una onza", destacaba la reseña. "El sombrero estaba depositado en un tubo adornado con las banderas de las Repúblicas de Panamá y Alemania".

Arias presentaría el sombrero en un breve discurso y para sorpresa de los presentes, Einstein contestó en correcto español agradeciendo el presente.

El homenajeado se dirigió a la piscina de Balboa, donde presenció las pruebas del equipo de natación "Red, White and Blue". Einstein tuvo palabras de elogio para los "precoces nadadores" y al terminar la exhibición, se dirigió a la ciudad capital.

En El Palacio de Las Garzas, el presidente Florencio Harmodio Arosemena saludó a Einstein y le dio la bienvenida en nombre de la República de Panamá. Arosemena y Einstein sostuvieron una conversación en alemán por unos 15 minutos, que fue el tiempo que el sabio germano permaneció en el palacio, según detalló la publicación.

Y es que el presidente panameño y el físico alemán eran viejos conocidos. Ellos recibieron educación en las mismas aulas en Munich y en la Universidad de Zurich que enseñaba cálculo mecánico y geometría analítica. Trascendió en el medio que el presidente preguntó a Einstein si el profesor Geisser aún vivía, a lo que el alemán contestó afirmativamente.

En el Panamá América se destacó que Einstein, "hombre de pocas palabras" se negó a conceder entrevista a la prensa, pero con su antiguo condiscípulo, el ing. F. H. Arosemena, fue muy comunicativo.

Arosemena ocupó la presidencia de la República hasta enero de 1931, cuando se vio forzado a dimitir. El Dr. Harry Castro Stanziola, en la publicación del diario La Prensa ‘Panamá en el Siglo XX', del jueves 29 de julio de 1999, dedicó una columna a nuestros visitantes ilustres. En ella aseguró que "constituyó una pérdida irreparable que la correspondencia que cruzaran Einstein y Arosemena desapareciera después del mencionado golpe de Estado".

El presidente puso a las órdenes de Einstein el automóvil presidencial y en él salieron los visitantes hacia el Club Unión, donde se celebró una brillante recepción en su honor, de acuerdo con "La Decana". Al evento asistieron "altas personalidades del mundo social y oficial de Panamá y la Zona del Canal y el Dr. Einstein tuvo oportunidad de conversar con numerosos asistentes en alemán, francés y español", detalló la reseña. El profesor Einstein regresó luego al Bengenland, que zarpó de Balboa con rumbo a California pasadas las 10 de la noche.

Es probable que el profesor Einstein visite nuevamente el istmo, al terminar sus labores en el Instituto de Tecnología de California hacia donde se dirige.

Al referirse sobre Panamá, Einstein diría, ‘He visto muchos países tropicales, pero ninguno tan bello como Panamá, solo quisiera haber podido permanecer aquí durante algún tiempo".

Einstein se quedó en Panamá no físicamente, pero sí en el recuerdo de los panameños y en una vistosa escultura de mármol que años después, para ser exactos el 25 de enero de 1968, sería inaugurada en la Plaza Einstein de la Urbanización El Cangrejo. La obra del maestro Carlos Arboleda continúa honrando al gran sabio alemán.

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