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Aristides Ureña Ramos: ‘El artista pertenece a realidades que alimentan su creatividad’
- 06/12/2025 00:00
Aristides Ureña Ramos, ‘el cholito veragüense’, como él mismo orgullosamente se denomina, participó este año como invitado a la Bienal de Florencia, con Los altares del dolor, tema que viene desarrollando desde hace algunos años. Fue invitado también a la Academia de las Bellas Artes de Breda en la ciudad de Milán donde dictó conferencia sobre ‘las periferias lejanas y el arte contemporáneo’.
Fue un mes de octubre cargado en actividades que culminaría con el anuncio de que se le otorgaría el Premio Internacional “POSEIDÓN - el rey de Laguna- para las Artes de Venecia”, premio “destinado a los artistas que destacan por su mérito artístico en el 2025”.
El premio destaca la “constante labor hacia la trasformación de las artes contemporáneas” que ha mantenido Ureña Ramos a lo largo de su carrera artística.
Sobre su trabajo, la responsabilidad del artista y el lugar que ocupa el arte contemporáneo tanto en Italia, como en Panamá, el artista multidisciplinar conversó con La Estrella de Panamá.
En mi estadía en el mes de octubre en Italia, fuimos contactado para esa candidatura. Después de pocos días llegó la bella noticia de que me habían seleccionado para recibir ese reconocimiento.
Me siento muy feliz, son muchos los momentos en que el cansancio y la fatiga son tan agobiantes que pareciera que la luz que indica la llegada al puerto sereno no existiera; entonces llegan estos importantes reconocimientos a mi labor que llenan esos vacíos.
Estoy consciente de esas responsabilidades. Siempre lo he estado, los retos han sido una constante en mi carrera artística. Mi aporte consiste en la manera de considerar las artes. Mi trabajo ha sido acompañado de una clara anomalía, debido a que desde 1976 trabajo en ciclos pictóricos que me permiten conjugar una serie de variantes en función de la trasformación de los lenguajes artísticos. Ese es el punto central que ha hecho la diferencia en las plataformas internacionales que han valorado mi obra.
Atravesamos un periodo de transición donde se abraza la apatía y la desinformación. Esta manera de ser es tan aceptada, que los pocos artistas que están capacitados para fortalecer estas debilidades no son considerados. Me preguntas ¿qué hacer para para que esta realidad cambie? Tenemos que luchar para abrir espacios para ‘el contradictorio’. Lugares de encuentro donde las ideas contrarias entre ellas tengan sus espacios para crear una visión de país.
Existen espacios bien organizados que tratan de abrir luz y empujar al cambio. Ellos caminan en situaciones precarias y muchas veces el público en general no capta la importancia de esas fatigas. Esta indiferencia crea un riesgo de que estos buenos propósitos se trasformen en ‘feudos’ de poderes culturales, que agravan nuestro frágil sistema cultural, por falta de trasparencia y explicación de sus metas. No existen movimientos artísticos de nueva índole en Panamá y no son necesarios. El arte contemporáneo no los necesita. El punto central es la producción de nuevas consideraciones estéticas, de avances colectivos que nos ayuden a motivar nuevas propuestas. Pero sí tenemos artistas individuales que logran proponer excelentes trabajos, Este es un dato curioso que no deja de sorprendernos.
Qué pregunta tan interesante... te puedo decir que es otro mundo, existen países que culturalmente han cultivado su sensibilidad hacia su patrimonio de belleza y creatividad. Seria equivocado hacer comparaciones con otras situaciones menos afortunadas. Esta es una década en la que estamos hablado de la superación de las artes contemporáneas y tal vez ya las hemos superado. Notamos cómo en los grandes escenarios donde se presentan las ultimas novedades hay un abandono de las performances, las instalaciones artísticas y el regreso del “bello representativo” como también de las documentaciones de las “acciones artísticas”. No quisiera ser mal interpretado. Al decir “bello representativo”, me refiero a la pintura contemporánea y no tradicional, necesitaría el espacio de toda esta entrevista para explicar solo esta parte. Lo importante es subrayar que crece cada día el pensamiento critico de alto perfil intelectual.
Espacios para ‘el contradictorio’ en busca de transparencia y el crecimiento de la excelencia educativa y de la gestión pública.
Sí. El fenómeno migratorio en el tapón del Darién trasformó las aldeas, al igual que la economía de los pueblos donde tuvo vigencia esta tragedia humana y el proyecto ‘Altares del dolor’ es un proyecto abierto en el tiempo; nace en 1987, registrando el fenómeno migratorio y en nuestra última serie, la situación en el Tapón del Darién (2019-2024). Por eso seguiremos registrando esos fenómenos de trasformación.
El artista pertenece a realidades que alimentan su creatividad, sea cual sea el ámbito donde resida. Chen Chén – La era, es mi último ciclo pictórico y me ha dado muchas satisfacciones. Mira que Macondo se queda cortito a la ‘ponchera’ que hoy vivimos. Por eso, me siento feliz de estar en Panamá y rendir testimonio de todo aquello.
Para proyectar con energía nuestros trabajos artísticos, debemos conocer, vivir lo que proponemos al público. De otra manera, pierde vigor la obra. La vida y la obra de un artista son un bloque único que viaja en completa armonía, nunca separados. Mis verdades son ser fiel a mi manera, no avergonzarme de haber nacido en una cuna humilde, sentirme orgulloso cuando me llaman ‘cholito veragüense’, agradecer al Señor por brindarme la oportunidad de tener a mi madre viva, a Patricia a mi lado, como a toda mi familia... y comulgar todos los días con el Señor en agradecimiento por permitirme pintar cosas bonitas que dignifican a la Patria Grande Panamá. Soy un artista de taller, formado en el taller, que vive encerrado en el taller.