Integrantes de la caravana migrante en el estado de Chiapas, en el sur de México, denunciaron este jueves 21 de noviembre que las autoridades les bloquearon...
- 06/08/2011 02:00
- 06/08/2011 02:00
PANAMÁ. ¡Bancarrota! Ese es el termino que no está en el diccionario de mucha gente adinerada, sobre todo en el de las extravagantes estrellas del celuloide. Sin embargo, por algún extraño motivo, les ocurre lo que jamás imaginaron: embargos, escándalos económicos o remates de sus más costosas residencias y hasta de sus castillos.
Esto es justamente lo que le ocurrió a Nicolas Cage, el otrora actor premiado con un Oscar por su papel en Leaving Las Vegas (1995). Es difícil digerir el hecho si tomamos en cuenta que él cobraba 20 millones de dólares por película. Y si miramos por encima su hoja de vida, es mucho más increíble que haya caído en la ruina. The Rock (1996); Con Air (1997); City of Angels (1998) o Peligro en Bangkok (2008), son apenas unas de las cintas en las que Cage fue protagonista.
CULPABLE
La razón de la fuga de dinero, según dijo en su momento el propio actor, tiene nombre y apellido: Samuel J. Levin. Cage lo contrató en 2001 para que manejara sus finanzas, mientras que él se ocupaba de gastar plata e iniciarse como productor, tarea que aparentemente, le iba a ofrecer mayores beneficios económicos. Pero resulta que varios años después, su asesor económico se convirtió en el peor cáncer de su fortuna.
El sobrino de Francis Ford Coppola casi hace su papel en la cárcel por una deuda de 6,3 millones de dólares que surgió del no pago de impuestos que debió hacer su administrador. Una vez que despidió y demandó al verdugo de su chequera, Cage comenzó a rematar varias de sus casas para evitar las rejas. ‘Para hacer frente a sus graves problemas económicos, Nicolas Cage está ultimando la venta del castillo que posee en Bath (Inglaterra), que compró en 2007 por 4,75 millones de libras y que está a punto de vender por dos millones’, publicó en 2009 el diario español El País.
Por allí también se fue deshaciendo de otro castillo en Alemania y sus respectivas mansiones en California, Las Vegas y Nueva Orleans. Poco a poco este padre de dos hijos ha ido saldando sus deudas, pero eso no le ha devuelto la credibilidad de una década atrás cuando la mayoría de los directores solo mencionaban su nombre.
Cage, también amante del comic, solo ha obtenido papeles ínfimos en cintas poco rentables. Es el caso de El aprendiz de brujo y Season of the Witch, largometrajes con los que ni siquiera llegó a ganar 10 millones de dólares si sumamos ambos sueldos.
LA SAGA CONTINÚA
Si cree que la trama termina allí, busque su paquete de millos.
Mel Gibson, archi reconocido por sus intervenciones en Mad Max, Arma Letal o Corazón Valiente, es otro que no ha sabido manejar su riqueza. Como productor logró recaudar 600 millones con La Pasión de Cristo (2004). ¿Qué se hizo ese dinero? Solo él lo sabe... Pero aparte de los inconvenientes económicos, Gibson se ha visto envuelto en algunos líos legales.
Su carrera se vio manchada cuando fue acusado por agredir a su ex pareja, la rusa Oksana Grigorieva. ‘Gibson alcanzó en marzo pasado (este año) un acuerdo extrajudicial por el que quedaba en libertad condicional no supervisada durante un periodo de tres años’, se pudo leer en un cable difundido por AP.
Pero ya su imagen pública se había deteriorado cuando en 2006 declaró, en evidente estado de ebriedad, que ‘los judíos tenían la culpa de todas las guerras del mundo’. Unos años después, su amiga y colega Jodie Foster le ofreció un papel protagónico en El castor, filme que pasó desapercibido en EEUU.
Últimamente en Hollywood no es extraño que las celebridades caigan por el abismo de la quiebra. Por ese mismo camino, pasó (o pasa) Michael Douglas. A este el brillo se le opacó por que ya no es un mozo y por sus problemas con el tabaco. El gasto en tratamientos de radio y quimioterapia, para combatir el cáncer de garganta, fue considerable.
Para rematar, las últimas dos películas en las que fue protagonista, Wall Street II y Más allá de la duda, recibió escasas ganancias. Por allí también afectó el hecho de que su esposa, Catherine Zeta-Jones, en abril pasado, tuvo que soltar una buena suma de dinero porque ‘ingresó a un centro de salud mental durante cinco días tras ser diagnosticada de un trastorno bipolar’, según www.europapress.es.
INVENCIBLES
Si bien triunfaron décadas atrás, hay una camada de actores que no pretenden retirarse. Arnold Schwarzenegger es uno de ellos. Después de la debacle en su cargo público, piensa generar ganancias con The Governator, una historieta de Stan Lee, el mismo que escribió Spider Man en 1962.
Se une a este elenco el inagotable Chuck Norris, Steven Segal y, por otro lado, George Clooney, Bruce Willis, Tom Hanks, que si bien no están en ‘la lama’, han optado por ganarse el pan dirigiendo, produciendo o apoyando ONG’s y causas benéficas alrededor del mundo.