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- 25/11/2025 00:00
Para la cineasta Mariel García Spooner, la vida misma es como una película. Desde muy niña le cautivó el poder de la comunicación y siempre tuvo en mente contar historias. Una pasión que más tarde desarrollaría con el cine. En medio del trajín que supuso el penúltimo día de la decimoséptima edición del Festival de Cortometrajes Hayah, la cineasta tomó un instante dentro de su apretada agenda para conversar con La Estrella de Panamá.
García Spooner manifiesta con orgullo diversos hitos en su biografía como el haber sido fundadora del festival de cine con mayor longevidad en Panamá y Centroamérica, y la finalización del rodaje de su próxima película ‘La Residencia’, que tiene como actrices protagonistas a las actrices colombianas Xilena Aycardi y Marcela Carvajal, y la intérprete Diana Abouganem. Una cinta que pronto verá la luz y que aborda la vejez desde un prisma particular.
Ya con una carrera consolidada en los medios de comunicación – en la que desarrolló sus habilidades para la producción de contenidos, y puso en práctica el trabajo en equipo dentro de la industria audiovisual – García Spooner aseguró que el haber estudiado Producción y Dirección de Cine en Barcelona (España) le cambió la vida. Esa vida de la que deja soltar algunas pinceladas para realizar los diversos proyectos cinematográficos que forman parte de su filmografía como los cortos ‘Muchas Felicidades’ (2016), ‘Adiós Bárbara’ (2020), y la película ‘Algo Azul’ (2021). En todas las historias que cuenta está siempre presente la mujer y sus vivencias.
“Todas mis producciones, desde los cortometrajes que hacía en mi época universitaria, hasta ‘La Residencia’ la película que acabé de rodar hace dos semanas, se centran en la mujer y también reflejan situaciones poco probables o cosas que pueden pasar, pero siempre enfocadas en la mujer. Sobre todo, en lo que se refiere a sus miedos y etapas”, resaltó la cineasta.
Es en ese momento, cuando García Spooner recuerda que uno de sus cortos universitarios giró en torno a la preocupación de una madre que busca que todos los invitados asistan a la fiesta de cumpleaños de su hija. Una vivencia que experimentó cuando apenas era una niña pequeña. “De esta forma, voy sacando las historias que tienen que ver con mi propia vida y, de alguna manera u otra, lo voy plasmando con los recursos que da la ficción”, agregó.
Otro de los tópicos que aborda en sus cortometrajes es la química que puede haber entre una madre y una hija, tal como lo demuestra en el cortometraje ‘Adiós Bárbara’. La primera se queda sin empleo y tiene que buscar la forma de reinventarse con una nueva pasión que involucra la cocina.
La presión social por dejar atrás la soltería y la búsqueda del amor perfecto también son los temas que desarrolla García Spooner en ‘Algo Azul’, una cinta que reivindica la realización de los proyectos de vida dictados desde el corazón, sin tomar en consideración las opiniones de los demás.
En la actualidad, la directora de cine se encuentra trabajando en un guión y, esta semana, viajará a Buenos Aires (Argentina) para presentar un nuevo proyecto cinematográfico.
“Son historias que muestro de una forma un poco más disparatada pero también reflexiva (...) Mis películas van enfocadas a realizar un cine femenino en el que las mujeres buscan alzar su voz y entenderse, así como aceptar la etapa en la que se encuentran”, añadió.
Durante su trayectoria en el ámbito del cine, García Spooner se dio cuenta de que la industria cinematográfica está dominada por hombres. Una situación que ella misma trata de revertir poniendo a mujeres en puestos de alta responsabilidad en sus producciones.
“Los equipos siempre suelen ser masculinos, pero yo trato que en mis películas haya mucha presencia femenina en roles importantes. Por ejemplo, mi equipo de producción y dirección en ‘La Residencia’ era muy femenino. Trato de incluir la presencia femenina así como en otros proyectos en los que fungí como productora ejecutiva como ‘Tumbadores’, porque creo que tiene que haber una paridad de género, que también debe verse reflejada en los salarios. Por otro lado, el festival Hayah también es una plataforma para descubrir y visibilizar a nuevos talentos femeninos en el cine nacional. Nuevas realizadoras cuyas voces hay que prestarle mucha atención”, aseguró.
A las jóvenes cineastas les tiene un mensaje: nunca dejar de soñar. “Hoy en día, hay muchos recursos para hacer cine o para dedicarse a cualquier arte. Antes nos costaba un poco más. También es fundamental el apoyo de nuestros padres, porque es súper bonito cuando tienes esa validación de tu núcleo familiar. No hay que parar nunca de hacer cosas porque, cuando te empeñas en hacer salir la historia que quieres contar, eso, de por sí, ya es admirable”, aconsejó.
La expectativa que generaron sus producciones es una circunstancia que García Spooner todavía está tratando de asimilar.
“Construir una carrera en Panamá basada en la cinematografía es algo difícil. No se hacen películas todo el tiempo, y dependemos de iniciativas que ponga en marcha el Ministerio de Cultura como el Fondo Cine, por lo que creo que, en general, es un trabajo de mucha resiliencia e insistencia porque no solo es tener listo el guión para filmar una película. Esto no obedece al capricho de un director que quiere grabar pronto. Es una labor que requiere una labor consciente para asegurarnos de que las historias que mostramos en la pantalla sean buenas, que tengan un impacto social y puedan tener las posibilidades de ser exportadas afuera en un proceso que involucra a publicistas y relacionistas públicos. Un esfuerzo que no se hace de la noche a la mañana. Si a mi película le ha ido bien, es porque hubo un trabajo de muchos años detrás, y los realizadores que experimentan el mismo éxito, es porque trabajaron mucho para conseguirlo. Esto lleva años”, sopesó la directora de cine.
Otro paradigma que plantea García Spooner es el auge de las plataformas de streaming, que ofrecen una experiencia audiovisual al público sin salir de casa, en detrimento de los cines. Un desafío que plantea para los próximos años.
“Por nuestra parte, intentamos hacer un buen mercadeo de nuestras producciones para ver si de esa forma llegamos a más personas, pero la verdad es que hasta el momento ha sido muy difícil incentivar a la gente para que salga de su casa a ver las películas en el cine. El desafío está en mejorar la comercialización y la distribución de las películas panameñas con estrategias programadas”, prosiguió.
Si bien García Spooner resaltó que el crecimiento del festival Hayah va a la par del auge del cine panameño en los últimos años, la cineasta también hizo hincapié en mirar hacia las nuevas tendencias como el impacto de la inteligencia artificial en el cine.
A modo de retrospectiva, la directora de cine rememoró que el Hayah fue concebido como una plataforma para crear y establecer nuevas sinergias mediante el ‘networking’ con los invitados internacionales del festival.
“La mayoría de los cineastas ha pasado por el Hayah de un día para el otro. Algunos con sus cortos, siendo jurados, curadores, talleristas o apoyando económicamente al festival. Todo el mundo ha pasado por el festival, y eso permite que tenga una trayectoria y una continuidad respetada en la industria. El Hayah siempre tiene que ser ese espacio para las nuevas generaciones porque aunque pase el tiempo, nunca dejarán de salir esas voces que tienen alguna historia por contar”, expresó.