A los niños ¡su moda!

C erca de casa hay una guardería junto a la que paso casi todos los días. Bueno, diré una escuela infantil, que el término «guardería» es políticamente incorrecto. Claro, que tampoco es políticamente correcto decir que los niños van al jardín de infancia, y no veo por qué. Como cursi, será una cursilada, pero es una denominación mucho más evocadora... por lo menos para las mamás que trabajan con el corazón «partío», murmurando cosas feas sobre la conciliación.

Bien, pues hoy he pasado delante de la escuela infantil cercana a mi casa, a la hora del recreo, y he visto a esas personillas haciendo ejercicio.

Y ahí mismito, mirando a los niños en recreo, me he dado cuenta de que en cuestión de moda infantil soy conservadora. Resulta que los niños iban embutidos en abrigos tan diversos que aquello parecía un desfile de deportistas bajitos y poco garbosos. Y es que para lucir ropa de deportista olímpico les faltaba músculo y coordinación.

De esa manía por vestir a los chicos de mayores creo que tienen la culpa las fotos de hijos de artista, que aparecen en las revistas disfrazados de reclutas, ejecutivos o modelos, pero nunca con un niño de cuadritos azules. Ahí está Maddox Pitt Jolie con camiseta de camuflaje a lo guerra de Vietnam.

Nosotras miramos las fotos y, ya que no podemos parecernos a las mamás, vestimos a nuestros hijos como los suyos. A ver si así el nene se parece con el tiempo a Brad Pitt, por ejemplo. Es una teoría pseudo-psicológica que me estoy inventando, pero alguna razón habrá para que hayamos renunciado a los cuadritos y a las batitas de bolitas o rayas. ¿Cursis? Sí, pero tan cómodos, tan favorecedores y, sobre todo, tan reconfortantes para el corazón de una mamá... Reivindico la ropita de nuestros chiquitines en edad jardinera. Aquí una pequeña muestra.